El Metro de Santiago se convirtió en una de las empresas que más sufrieron tras el estallido social, debido a los destrozos que se generaron en varias de sus estaciones.
De hecho, luego del pasado 18 de octubre se contabilizaron 20 estaciones quemadas, lo que obligó a suspender el funcionamiento de varias de ellas.
Esta, sería una de las razones por las que siete licitaciones de la empresa, para la construcción de las líneas 8 y 9, fueron declaradas desiertas.
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Según indicó El Mercurio, cuatro de estos llamados ocurrieron entre noviembre y febrero del 2020, pero nadie se quiso hacer cargo de los proyectos.
“Ha sido necesario ajustar el calendario de los proyectos de las nuevas líneas ya que los equipos de Metro que estaban abocados en ellos han debido enfocarse en recuperar las estaciones dañadas y porque, en el nuevo contexto de la ciudad, se hace necesario redefinir algunos estándares”, indicaron al citado medio desde Metro.
Por lo mismo, ahora los esfuerzos están puestos en mantener la operación diaria, reconstruir y habilitar las estaciones que se mantienen con daños y, por último, “avanzar en la ejecución de los proyectos de expansión de la red”.
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Cabe mencionar que, el servicio de transporte subterráneo de la capital tuvo pérdidas cercanas a los US$376 millones, debido a los destrozos y suspensión del servicio.
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