En el mundo ideal de la educación superior, que está lejos de ser el caso chileno, la discusión sobre el lucro que ha marcado este 2011, probablemente no generaría las pasiones que hoy provoca. Esto, claro está, si todas las universidades fueran de buena calidad y los buenos alumnos pudieran acceder a ellas independiente de su nivel socioeconómico.
Pero por distintas razones eso no ocurre. Hay algunas universidades de muy baja calidad, tanto estatales como privadas, y pese a que hay un sistema de acreditación, este no ha podido legitimarse al punto de distinguir con transparencia y fuerza cuáles universidades son realmente buenas y cuáles son malas.
En la primera parte del programa especial, la periodista María Olivia Monckeberg, directora del instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, autora de varias investigaciones al respecto y Premio Nacional de Periodismo 2009, ahondó en torno al escenario "desigual" que enfrentan las universidad públicas respecto a las universidades privadas.
"El mercado de las universidad privadas, de las nuevas universidades privadas, es particularmente oscuro y poco transparente", afirmó. Monckeberg además explicó que aunque la Universidad de Chile deba hacer públicos salarios y otros datos, esto representa "una inequidad tremenda" y genera "desigualdades mayores" ya que para el resto del sistema puede ser más fácil"levantar a los profesores" y generar "un efecto grúa".
Monckeber además afirmó que existe "una campaña contra la Universidad de Chile" a partir de las demandas del movimiento estudiantil, lo que le recuerda "los tiempos de la dictadura, cuando se diseñó el modelo-económico-político-social-educacional que estamos viviendo". La periodista explicó así que el escenario actual genera a universidades privadas que han crecido, "con los mismos que las crearon están puestos en posiciones estratégicas, como dueños de muchos de ellas, es cuestión de mirar a la Universidad del Desarrollo, la Universidad Mayor".
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