Cientos de personas protestaron por los controvertidos casos de afroamericanos abatidos por la policía en los últimos meses.
Estados Unidos vivió su tercera noche consecutiva de manifestaciones raciales, con protestas más masivas que se registraron en Nueva York, Boston, Chicago y Miami.
Tras los primeros incidentes en la localidad de Ferguson, el malestar de los estadounidenses se expandió a otras ciudades del país. Sobre todo debido a las últimas decisiones judiciales que han optado por no procesar a policías que abatieron a ciudadanos de raza negra. Especialmente porque no se procesó a un uniformado que redujo con una llave de estrangulamiento a un ciudadano negro, quien murió horas después.
En Nueva York, pese al frío, cientos de personas marcharon por las calles, cortando por algunos minutos el tránsito vehicular. La policía ha optado por no intervenir para así evitar incidentes.
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