Por 26 votos a favor, 6 en contra y 2 abstenciones la Cámara Alta aprobó la idea de legislar el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP).
La aprobación del AVP a provocado diversas reacciones en las Iglesias evangélicas y en los miembros de la Alianza. El motivo de las críticas remite que la unión de parejas hetero y homosexuales debilitan el matrimonio.
Según el senador de Renovación Nacional (RN), José García Ruminot, el AVP se parece cada día más a un matrimonio, ya que se estaría estableciendo el Acuerdo de Vida en Pareja como un estado civil, se determina que las diferencias que surjan al interior de este AVP, sean analizadas por los tribunales de Familia y no los tribunales civiles como venía en el proyecto original y se estima que en caso de ruptura debe haber una indemnización compensatoria.
Además Ruminot, estimó que AVP no es un incentivo para que las personas contraigan matrimonio, debido a que mediante la nueva iniciativa se obtienen todos los derechos, menos obligaciones y una manera más fácil de terminar la relación. “Significa menor estabilidad jurídica tanto para los contratantes como para los hijos, si hay algo que el Estado debe defender, es a los hijos”, afirmó Ruminot.
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