POLICÍA DE INVESTIGACIONES

La Policía de Investigaciones (PDI) incautó más de 1 tonelada de fuegos artificiales provenientes desde Bolivia.

¿Qué pasó?

Tras una investigación de la Brigada Investigadora contra el Crimen Organizado (Brico), en coordinación con la Fiscalía Centro Norte, se logró la incautación de dos encomiendas con juegos pirotécnicos, con un total de una tonelada 450 kilos, que eran internados a Chile a través de la frontera con Bolivia.

Esto, con el objetivo de trasladarlos y comercializarlos a bandas de crimen organizado en distintas comunas de la Región Metropolitana.

En el procedimiento policial, se detuvo a dos personas de nacionalidad chilena, ambos con antecedentes previos.

El subprefecto Juan Pablo Pardo, jefe de la Brico, explicó que los sujetos aprehendidos “internaban los productos desde Bolivia, después los llevaban a una empresa de encomienda, donde los etiquetaban como repuestos”. Por ello es que se levantó una “sospecha”, haciendo seguimiento de dicha encomienda, que llegó hasta unas bodegas en San Bernardo.

Pardo relató que con el perrito detector de explosivos se procedió a verificar que los productos realmente eran fuegos de artificio. Ello fue comunicado a la Fiscalía Centro Norte, “que dio la autorización para abrir las cajas y detectar los elementos explosivos”.

POLICÍA DE INVESTIGACIONES (PDI)

Luego, se realizó un seguimiento a la carga, que fue trasladada hacia un edificio en Estación Central, “lo cual es sumamente gravoso ya que teníamos alrededor de 1.5 toneladas (de fuegos artificiales) al interior de un departamento en un sexto piso”.

Allí, se produjo la detención de las dos personas implicadas en el delito, y que la jornada de este martes pasarán a control de detención.

Dicho “comercio ilegal estaría llegando a las poblaciones para la ostentación de bandas criminales en estos sectores”, agregó el subprefecto.

Por su parte, el comisario Rodrigo Valderrama Estrada, de la Brigada Especializada en Investigación y Desactivación de Artefactos Explosivos y Contra Amenazas (TEDAX), explicó que los artificios incautados tienen “sustancias químicas altamente sensibles a la fricción y cualquier fuente calórica”.

“Poseen internamente en su carga de propulsión y de efecto componentes químicos relacionados a la pólvora, cloratos y percloratos. Además, deben ser almacenados y transportados bajo altos estándares de seguridad”, precisó.

Por ello, se requiere de una “manipulación experta”, ya que si se produjera una explosión “de forma involuntaria, puede provocar una reacción en cadena, daños materiales y lesiones a las personas que viven” en el edificio.

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