Para este domingo 20 de octubre estaba programado el Festival por las 40 Horas, actividad organizada para apoyar el proyecto impulsado por las diputadas del PC Camila Vallejo y Karol Cariola, que busca reducir las jornadas de trabajo de 40 a 45 horas.
Esta actividad fue suspendida, luego que por los disturbios producidos en las protestas de este viernes, se decretó estado de emergencia en Santiago y otras comunas, lo que obligó a suspender las actividades masivas en la Región Metropolitana.
“Hace algunos días el sentir social comenzó a manifestar su descontento no sólo frente al alza del pasaje del metro, sino ante un país que cada día profundiza la desigualdad con alzas generalizadas que aumentan el costo de la vida de las familias trabajadoras (…) Esto responde a una política sostenida de profundizar los privilegios de un pequeño grupo de la población en desmedro de la grandes mayorías del país”, señala el equipo organizador del festival por las 40 horas en un comunicado.
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En esta misma línea, indican que “lamentamos profundamente el camino de represión y militarización que ha tomado el gobierno de Sebastián Piñera, que lejos de garantizar la seguridad de las personas y responder a las legítimas demandas ciudadanas, desde el primer momento enfrentó la situación con una violencia institucional pocas veces antes vista, priorizando medidas coercitivas por sobre el diálogo”.
“Nunca desde el regreso a la democracia se había declarado estado de emergencia y habíamos visto a la fuerza militar tomar las calles ante un evento que no fuese un desastre natural. Todas las acciones tomadas por el Presidente han conducido a una escalada de violencia, dando cuenta que el descontento social ha superado a su gobierno y demostrando grave incapacidad de manejar un conflicto con la ciudadanía”, agregan.
La comisión del festival 40 Horas sostienen que el gobierno “decidió apagar el fuego con bencina” y asegura que son “los principales responsables de la situación que hoy vive el país”.
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Frente a esta situación, destacan que “si bien el Festival fue autorizado y luego suspendido por una decisión del Gobierno central de la que fuimos notificados a través de la Intendencia Metropolitana el viernes 18 de octubre, si fuera nuestra la decisión, tampoco expondríamos a las familias del país a una ciudad militarizada”.
“Es por eso que hacemos un llamado a todos y todas a resguardar en primer lugar su seguridad y la de sus familias. Y llamamos principalmente al Gobierno a respetar los derechos humanos y deponer el estado de represión y a hacerse cargo de las demandas ciudadanas”, concluye el texto.
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