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El primer cambio de gabinete de Sebastián Piñera trajo varias sorpresas inesperadas. Las salidas de los ministros Gerardo Varela y Alejandra Pérez, en Educación y Cultura respectivamente, el enroque de Marcela Cubillos y los ingresos de Mauricio Rojas y Carolina Schmidt al gobierno.

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Esta última es la única de toda la operación que tuvo ya un paso por un gabinete. Ocurrió en 2010, cuando Piñera sumió en el gobierno por primera vez. En aquella ocasión, María Carolina Schmidt Zaldívar asumió el cargo de ministra del Servicio Nacional de la Mujer (repartición que en 2016 adquiriría rango ministerial).

Schmidt, quien estudió en el Villa María Academy y se tituló de Ingeniera Comercial en la PUC, estuvo a cargo de la extensión del postnatal para las mujeres de 3 a 6 meses, promulgó la ley de femicidio e impulsó la aprobación del proyecto de Cuidado Compartido.

Gracias a quello, se convirtió en la ministra con mayor aprobación del gabinete alcanzando un apoyo de un 71% en 2013 según la encuesta Adimark.

Ese mismo año asumió en el Minuduc tras la criticada gestión de Harald Beyer. Al liderar una de las carteras más difíciles la popularidad de Schmidt cayó a 35%, pasando ahora a ser la peor evaludada de los secretarios de Estado. Sin embargo, logró mantenerse en el puesto hasta el 11 de marzo de 2014, día en que terminó el mandato de Piñera.

El cierre de revista Paula

Luego que Michelle Bachelet asumiera su segunda presidencia, Carolina se fue a trabajar como directora ejecutiva del Teatro del Lago en Frutillar y como miembro del directorio del holding Enersis. A mediados de 2015, dejó ambas responsabilidades para tomar un año sabático junto a su familia en Barcelona.

En agosto de 2017, tras haber regresado a Chile, asumió como gerenta de medios del Grupo Copesa. Ahí vivió una polémica que resonó fuertemente en el mundo periodístico: el fin de la revista Paula como se le conocía hasta ese entonces y el despido de las 28 trabajadoras que integraban ese medio.

La medida, tomada en conjunto con Andrés Benítez -ex rector de la U. Adolfo Ibáñez y director de negocios y editorial del holding-, le valió duras críticas . Esto porque Schmidt argumentó razones económicas para acabar con la emblemática publicación fundada en 1967, convertirla en un suplemento dominical y despedir a los 28 trabajadores que integraban el medio.

En un post de Facebook -que luego fue eliminado- la ex ministra explicó que la baja venta de ejemplares motivó el cese de su edición impresa.

“Revista Paula se transformó en un emblema femenino y llegó a vender 120 mil ejemplares por edición. Sin embargo, la realidad de Paula hoy, es muy distinta. Aunque sus eventos y experiencias siguen convocando a miles, la venta de ejemplares pagos de su revista es cercana a un décimo de esos buenos tiempos y los ingresos de la revista impresa no alcanzaban a cubrir siquiera el costo de su equipo editorial”, aseguró y luego agregó que “hoy Paula NO muere , SE TRANSFORMA” y que sus pilares “en diseño, vanguardia y periodismo de calidad si lo serán. ¿Era necesario sacar a todos los miembros del equipo? No, pero sí era necesario indemnizarlos a todos como el cierre de una etapa e invitar a colaborar algunos en una estructura más viable”.

Periodistas criticaron a Schmidt

La periodista Alejandra Matus, quien hoy se desempeña como editora general de The Clinic, publicó en su blog personal el mensaje completo de la gerenta de medios de Copesa. En dicha publicación, Matus refutó los argumentos de Schmidt con cifras del crecimiento que tuvo el medio en Internet.

Creo que sería honesto agregar que Paula creció en un corto tiempo de 400 mil visitas únicas mensuales a 1.200.000, en abril, y era el producto con mejor desempeño en redes sociales del mercado de revistas, por lejos, y la más premiada por sus estrategias digitales. Por lo tanto, no es justo que pretendas hacernos creer que Paula cierra porque dejó de ser relevante y apreciada por su audiencia“, escribió la autora de “El libro negro de la justicia chilena”.

Del mismo modo, Milena Vodanovic, ex directora de la revista, también cuestionó el intento de Carolina de afirmar que la revista no moría: “tú sabes bien que esta no es una transformación. Una persona con tus conocimientos de márketing y de gerencia debiera saber bien que una marca no es un nombre. Una marca tiene atributos, una cultura, un diferencial”.

Vodanovic además tildó la decisión de “precipitada, torpe, injusta, floja, innecesaria y lamentablemente irreparable”.

Por último, Sabine Drysdale, una de las periodistas despedidas por el medio, fue mucho más dura afirmando que “con 5 meses de sueldo bruto de la dupla Benítez/Schmidt se pagaba la pérdida 2017 de Paula”.

Hoy, un año después de aquella polémica, Carolina Schmidt asume como ministra del Medio Ambiente y se reencuentra con Sebastián Piñera luego de 4 años y medio.

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