Luego que la institución castrense decidiera no publicar voluntariamente las declaraciones de patrimonio e intereses de su alto mando -solo es obligación para el comandante en jefe- una investigación de Radio Bío Bío obtuvo estos documentos mediante Ley de Transparencia para contrastarlos con otras bases de datos públicas.
Como resultado se detectó inmuebles y vehículos que no figuran en sus declaraciones, pero que según registros oficiales, están inscritos como propiedades de generales del Ejército o de sus cónyuges, asi como también sociedad activas no declaradas.
Específicamente de los 48 uniformados que componen el alto mando se registran 100 propiedades, cuyo avalúo fiscal -siempre menor al avalúo comercial- llega a los 5.728 millones de pesos.
Dentro de ese monto, alrededor de 1.600 millones corresponden a cinco oficiales.
Por otra parte, se detectó que siete oficiales escondieron bienes pertenecientes a sus esposas, con las cuales mantienen sociedades conyugales.
Asimismo 22 generales declararon tener patrimonio en inversiones, en donde los cinco patrimonios más altos suman alrededor de 1.000 millones de pesos. Un ejemplo de esto es el comandante de la División de Adquisiciones, el general Germán Schell, quien posee el tercer patrimonio más abundante con 163 millones de pesos, sin embargo, también tenía cerca de 193 millones de pesos invertidos en empresas del Grupo Arcano.
Al ser consultados por sus patrimonios, ninguno de los altos mandos quiso referirse al tema.
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