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Las fiestas de fin de año, por lo general, van acompañados de algún brindis con alcohol e independiente de la ración que consumamos, todo el alcohol contiene etanol, químico que produce efectos en el organismo.
Según el doctor Lister Rossel, psiquiatra de la Clínica Las Condes, lo que hace el etanol en el cerebro es actuar como un depresor del sistema nervioso central.
Por su parte, la doctora Evelyn Benavides, Neuróloga de la Clínica Vespucio, aunque sea el consumo en cantidades bajas puede producir desinhibición y eso es porque las neuronas que normalmente se encuentran activadas y que nos hacen medirnos en conductas sociales pierden la represión de la conducta y la gente empieza a ser cosas que normalmente no haría.
Aunque no se note siempre los reflejos y la capacidad de reacción de las personas se verá afectado con el consumo de alcohol.
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