Los conductores del sistema RED están evaluando una paralización de servicios tras la aplicación de la nueva medida establecida por el Ministerio de Transportes, la que consiste en controlar la apertura de las puertas traseras para disminuir la evasión.
En ese contexto, varios choferes han manifestado su preocupación debido a los riesgos que se han enfrentado durante los recorridos producto de la reacción de los usuarios.
“Quiebran vidrios, revientan las puertas, se suben de igual manera cuando no están los fiscalizadores en las rutas, esperan que las personas bajen y corren para subirse a la micro”, relató Nelson, conductor de RED.
Otro chofer del exTransantiago, Pablo, expresó: “A nosotros nos agreden, especialmente en la periferia de la capital, y hay preocupación. La única alternativa que nos queda es la paralización, porque la sanción es para la empresa, pero la agresión es para el conductor”.
Por su parte, la directora de Transporte Público de la Región Metropolitana, Paola Tapia, ante las preocupaciones de los conductores, condenó “enérgicamente cualquier hecho que afecte a su seguridad y la de los pasajeros”.
“Por eso también nos hemos asegurado de que sus cabinas estén segregadas y de hacer seguimiento y control a las cámaras a bordo de los buses. Simplemente, queremos pedir a los conductores que nos ayuden a hacer un uso correcto de las puertas”, agregó.
Además, adelantó que ingresarán un proyecto de ley para aumentar las sanciones a aquellos que agredan tanto a los fiscalizadores como a los conductores.
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