Esta mañana, un grupo de comerciantes ambulantes ingresó hasta las inmediaciones de la Municipalidad de Viña del Mar para exigir a la alcaldesa Macarena Ripamonti que entregue respuesta a sus demandas.
La situación se dio a casi un mes del desalojo ordenado por la Dirección de Operaciones y Servicios de la administración de la autoridad comunal.
En esa oportunidad se emplearon retiros de toldos y carros de supermercados que eran utilizados por los trabajadores para poder llevar a cabo sus labores, sobre todo en el borde costero de la ciudad.
Tras aquella ocasión, la jefa local indicó que estaba desarrollando un plan de seguridad comunal y los concejales manifestaron su interés en que dicho proceso contemple la regulación del comercio ambulante.
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Desde la casa consistorial aseguraron en ese entonces a Radio Biobío que desde Fomento Productivo iban a “contribuir con las familias que se sustentan con ese rubro”.
No obstante, los protestantes que ingresaron hoy al edifico acusaron en sus vítores y pancartas la “necesidad de respuesta”, aludiendo a que “no somos delincuentes”.
“Invertimos todos nuestro dinero y, ahora, ¿quién nos da respuesta?“, “nos tramitan y nadie nos da respuesta”, fueron algunos de los mensajes de los presentes que lograron permanecer durante parte de la mañana en el lugar.
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