CNN CHILE / AGENCIA UNO

El rector de la Universidad Diego Portales (UDP), Carlos Peña, tildó de “tontería” las declaraciones del diputado de Convergencia Social (CS) Gonzalo Winter, quien respecto al Caso Convenios que complica al oficialismo, afirmó que “ningún partido político puede pretender que, en la medida en que crezca y administre el Estado, vaya a ser 100% probo, porque eso es imposible en la medida que tú tienes una gran cantidad de personas”.

El parlamentario también indicó que ninguna colectividad puede afirmar ser de “los más inteligentes. Ningún partido puede decir ‘si llegamos nosotros van a haber funcionarios más inteligentes’, porque el Estado es muy grande. Entonces, si la política entra en una discusión de quién es más corrupto, quién es más tonto o inteligente, entra en un loop completamente inocuo, que no sirve para nada”.

Respuesta de Peña

En su columna de opinión Banalizar la corrupción, publicada en El Mercurio, Peña manifestó que las declaraciones del diputado “ocultan el revés del moralismo, tan frecuente entre los miembros del Frente Amplio”.

“Si el moralismo consiste en ver en todos los actos reprochables una decisión maligna, su revés consiste en aseverar que los actos ilícitos son inevitables. En el primer caso, la maldad se encuentra en todos los actos perjudiciales; conforme al segundo, habría un porcentaje de actos perjudiciales que ocurrirán siempre al margen de la intención. Esto último es lo que observó el diputado Winter”, agregó.

De esta forma, el rector expresó que “en esas palabras no hay ánimo exculpatorio alguno, tampoco cinismo. Solo hay tontería”.

Peña también condenó los dichos de Winter con ejemplos cotidianos: “¿Significa lo anterior, entonces -como lo sugirió el diputado-, que es mejor no entrar en una seguidilla de acusaciones o debates en torno a quién es más apegado a la ley? ¿Que porque la corrupción es predecible no cabe discutir quién es más probo y quién menos? Por supuesto que no es así”.

“Como lo saben las compañías de seguros, la cantidad de accidentes es más o menos predecible, pero eso no libera de responsabilidad alguna a quienes incurren en ellos ni aconseja omitir campañas en favor del cuidado. La cantidad de delitos es también más o menos probable, como lo muestra el hecho de que la curva de los mismos no se altera sensiblemente año a año, pero nadie pretendería a partir de allí que no se deba discutir acerca de la necesidad de cumplir la ley e insistir una y otra vez en hacerlo. Los ejemplos podrían multiplicarse para casi todos los actos humanos. Podría llamarse a eso el misterio de las probabilidades, una de cuyas primeras versiones se debe al padre Luis de Molina (si sabemos que el pecado es inevitable, dijo él, ¿cómo explicar el libre albedrío?)”, indicó.

Es así que el también abogado sostuvo el diputado Winter “tiene razón cuando afirma que todos los partidos, es probable, incurren, o han incurrido, en algún acto de corrupción”, sin embargo, “no tiene razón cuando invita a no seguir en una seguidilla de reproches o investigaciones o acusaciones”, añadió.

“Y es que, como es obvio, del hecho de que el crimen no se pueda suprimir, no se sigue que no debamos hablar de él y llamar criminal a quien se descubre atentando contra la vida e inocente a aquel que no ha ejecutado ese atentado (aunque las probabilidades indiquen que en el futuro podría cometerlo). Mutatis mutandis (cambiando lo que hay que cambiar), es verdad que todos los partidos que se acercan al Estado han debido ejecutar actos ilícitos, pero de ahí no se sigue que Democracia Viva no haya ejecutado uno y no merezca reproche, o que los partidos no deban vigilarse unos a otros, aunque sepan, cabe insistir, que todos ellos incurren o han incurrido en actos de corrupción”, continuó.

“No hace fútil recordarles a los partidos y sus fundaciones que es ilícito robar”

Finalmente, el rector universitario expresó que “no hace inútil o absurdo discutir acerca del delito, ni transforma en irrelevante la decisión de la fe, ni absurda las instrucciones de ser precavido al conducir, ni inútil recordar a los profesores que es distinto enseñar a instruir, ni vano decir a los jueces que deben lealtad a la ley, ni vacuo recordarles a los periodistas que no deben mentir deliberadamente, ni fútil recordarles a los partidos y sus fundaciones, y sobre todo a sus diputados, que es indigno e ilícito robar, traficar influencias o prestarse inconscientemente para que se robe o se trafique o elaborar cantinfladas para hacer del robo una banalidad”.

“Aunque todo ello parezca -como observó el diputado en un tono que no se sabe si es ignorancia o tontería- un “loop” que no sirve para nada”, sentenció.

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