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El Colegio San Ignacio El Bosque de Providencia envió una comunicación a los apoderados para dar cuenta, entre otros puntos, que durante el año escolar 2024 se implementará una nueva política de “no uso de celulares“.

Esta práctica se ha vuelto una complicación habitual para los profesores que, además de otras dificultades, también deben competir contra los teléfonos para captar la atención de sus alumnos en el aula.

En la misiva se explica que “después de un proceso de deliberación (…) el colegio ha decidido prohibir el uso de celulares y otros dispositivos móviles personales durante toda la jornada escolar, en todos los niveles” y que la medida se incluye “tanto en los tiempos de clases como los recreos“.

La iniciativa tiene dos objetivos. En primer lugar, se busca cuidar la necesaria concentración de las y los estudiantes en sus procesos de aprendizaje, y en segundo lugar, fortalecer los vínculos personales, “muchas veces debilitados por la tendencia a aislarse en interacciones virtuales mediante las redes sociales”.

Este tipo de prohibición también estaría siendo adoptada por colegios como el Santa Úrsula, The Grange School, Los Alerces, San Isidro, Wenlock, entre otros.

Presentan proyecto para prohibir uso de celulares en escuelas y colegios

La bancada de diputados de Renovación Nacional (RN) presentó en diciembre pasado un proyecto de ley que busca prohibir a los estudiantes el uso de celulares al interior de establecimientos educativos de enseñanza preescolar, básica y media; durante clases y en descansos. 

Lo anterior, solo podrá ser flexibilizado en casos en que el proceso formativo lo requiera y con la venia de la dirección del recinto.

La propuesta señala además que el Ministerio de Educación promoverá el uso responsable de la tecnología, en particular las vinculadas a la información, la comunicación y la conectividad digital; abordando los riesgos y perjuicios que suponen y asumiendo los aspectos positivos que apoyen en los avances educativos de los estudiantes.

“Si bien la tecnología presente en los dispositivos móviles puede facilitar el acceso a la información y el propio proceso formativo en sí, también supone riesgos, en especial para los niños y adolescentes, como la posibilidad de acceder a material no apropiado, generar distracción o facilitar incluso nuevos fenómenos delictivos que basan su ejecución en aspectos tecnológicos y digitales”, argumentaron los diputados en el escrito.

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