Esta semana, a través del Diario Oficial, se dio a conocer que Chile es oficialmente el hogar del área protegida más austral de América: el Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake, en la región de Magallanes.
El espacio que cuenta con alrededor de 145.000 kilómetros cuadrados pretende proteger el archipiélago Diego Ramírez, una porción crítica del talud continental y los grandes montes submarinos de esta zona aislada geográficamente, y que se ubica en la región de Magallanes y la Antártica Chilena.
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Esta nueva área protegida es el resultado de más de 18 años de investigación científica desarrollada por el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) con el apoyo de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) y la Universidad de Magallanes (UMAG), además de la estrecha colaboración entre la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, la Armada de Chile y el Ministerio del Medio Ambiente.
El sector se ha convertido en un sitio estratégico para las especies amenazadas, debido a su aislamiento geográfico y agitadas aguas que dificultan el acceso.
Ante el bajo impacto humano que ha tenido su ecosistema a salvo de múltiples amenazas, se ha establecido como un espacio clave para el estudio de los efectos del cambio climático en la biodiversidad marina y terrestre del extremo sur de América.
A partir de hoy el desafío será implementar el plan de administración del nuevo parque marino, cuyo foco estará puesto en la sustentabilidad ambiental, económica y social.
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