En noviembre pasado, la Fundación ProCultura anunció el cierre de sus actividades, tras su involucramiento en diferentes aristas del denominado Caso Convenios. La fundación debía devolver más de $500 millones después de que el Ministerio de Vivienda terminara los contratos de transferencia el pasado 8 de noviembre.

Sin embargo, tras este cierre, un grupo de trabajadores denuncia que su fundador, Alberto Larraín, se encuentra escondido y no les ha pagado los finiquitos tras anunciar el cierre.

Según La Tercera, a los empleadores se les comunicó que a partir del 29 de noviembre podrían acceder al pago de sus finiquitos, lo que hasta ahora no se ha concretado.

Inclusive, uno de los trabajadores que denuncia los hechos planteó que “a algunos nos intentaron engañar haciendo firmar finiquitos en una notaría sin cheque asociado ni plazos de pago, pese a que el documento decía textual que nos hacían entrega del pago en ese momento“.

“A quienes recibieron su finiquito online, se les decía que recibirían el pago en cinco días hábiles. Hasta la fecha, ni un solo peso”, explicó.

El mismo trabajador comentó que uno de los hechos más reprochables es que a algunas personas les comunicaron que no pagarían, pues no había fondos, ya que la fundación estaba en quiebra. “Esa quiebra, sin embargo, no la ha declarado nadie legalmente competente”, criticó el mismo trabajador.

Por otro lado, el grupo de trabajadores explicó que la presencia de Larraín no ha disminuido en redes sociales, donde entrega consejos sobre salud mental, hecho que se contrapone a los antecedentes que están ocurriendo con la fundación.

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