Este domingo el diario argentino El Clarín, realizó una entrevista exclusiva al Presidente de la República, Gabriel Boric, en el marco de su primera gira internacional al país trasandino. En la antesala de sus actividades oficiales, fue consultado por diversas temáticas sobre la contingencia nacional e internacional, entre ellas el vigente conflicto que se vive en la macrozona sur del país, debido a los hechos de violencia y las tensiones con organizaciones de resistencia Mapuche.
“Es tremendamente complejo, y uno de los desafíos quizás más complejos que tenemos como Estado. Yo soy plenamente consciente de que es un problema que nace de un conflicto entre el Estado chileno y el pueblo mapuche, desde la mal llamada por la historiografía tradicional -y quiero ser muy explícito- Pacificación de La Araucanía. Esta, desde la década de 1860 en adelante, generó una usurpación y un despojo que hasta el día de hoy no se ha resuelto”, aseveró el mandatario.
Asimismo, aseguró no ser “ingenuo”, aludiendo a que esta situación no se podría resolver “de la noche a la mañana”, pero que sin embargo, su Administración propone un “giro de timón y recomponer las confianzas, el diálogo, los parlamentos, los antiguos parlamentos, entre el Estado chileno y el pueblo mapuche“.
Respecto a la violencia que se genera dentro de este conflicto, el mandatario aseveró que “no vamos a cejar en el camino del diálogo y quienes crean de cualquier sector que la violencia es el camino para solucionar algo yo les digo que están totalmente equivocados. Nuestro deber es hacer cumplir la ley y hacer respetar el estado de derecho”.
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En esa línea, Boric descartó que el conflicto con el pueblo Mapuche signifique un desafío de soberanías, aclarando que lo que su gobierno busca es “retomar, con muchas dificultades, sabemos que va a ser difícil, las confianzas entre el Estado chileno y el pueblo mapuche. Es justamente la discusión sobre tierras y autodeterminación, que no es lo mismo, y en esto quiero ser muy claro, que ni independencia ni secesión“.
Respecto a la controversia que se desató por los dichos de la ministra del Interior, Izkia Siches, al calificar al territorio de la macrozona sur como Wallmapu -que contempla también territorio argentino- el presidente planteó que su postura es invitar a “repensar la relación que hay entre los Estados Nacionales con los pueblos originarios, con los indígenas. Y eso es lo que nosotros estamos trabajando en Chile. No soy quién para decir a ningún presidente cómo tiene que hacer las cosas en su territorio”.
Bajo esa premisa, el presidente planteó como zanjada la polémica y esclareció que “nosotros respetamos íntegramente la soberanía territorial argentina. Eso no es un asunto que esté en discusión de parte nuestra”
El mandatario también fue consultado por su postura en torno a los equilibrios fiscales y decisiones financieras, además del tratamiento de dichas temáticas con bancadas oficialistas como la del Partido Comunista. Frente a esto, planteó que “tenemos que dejar de pensar que la responsabilidad fiscal es una cuestión de derechas. La responsabilidad fiscal debe ser una política de estado porque además es lo que garantiza que uno pueda llevar adelante los procesos de reforma”.
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“Nosotros vamos a ser muy responsables con la política fiscal. Y eso no implica la lógica de austeridad y recorte de derechos sociales, sino más bien, para poder garantizar derechos sociales en Chile tenemos que apuntar hacia la convergencia fiscal. ¿Qué significa eso? Tener una relación entre lo que producimos y una deuda que sea sustentable en el tiempo“, detalló el Jefe de Estado.
Por otro lado, Boric reafirmó su apoyo a la demanda de soberanía argentina por las Islas Malvinas, detallando además que su conexión con dicha causa se relaciona además con un vínculo personal por su historia como habitante de Magallanes: “me crié más cerca de Argentina que del centro de Chile, con viajes permanentes a Río Gallegos, a Río Turbio, a Río Grande, a Tolhuin, Puerto Almanza, Ushuaia. Y por lo tanto siento una profunda hermandad con el pueblo argentino desde muy chico”.
“Yo soy profundamente latinoamericanista. Apoyo de manera clara y decidida la reivindicación que hace el gobierno y el pueblo y el Estado argentino sobre las Islas Malvinas. Por cierto la resolución de estos conflictos tienen que ser por la vía de la paz. Es lo que nosotros siempre vamos a incentivar”, afirmó.
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