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Monseñor Charles Scicluna terminó sus actividades en Chile, rezando en el Santuario de Santa Teresa de Los Andes junto al nuncio apostólico Ivo Scapolo, quien es apuntado por muchos como encubridor de abusos sexuales.

Ultimas horas de los enviados especiales del papa que aún tienen una tarea pendiente: revelar quién se hará cargo de la oficina de denuncias que funcionará en el edificio de las obras misionales pontificias.

Este lunes Jordi Bertomeu dio algunas pistas: “Tiene que ser un grupo de personas, un trabajo interdisciplinar, de escucha, pero también orientación”.

Declaraciones realizadas después de un almuerzo en la facultad de teología de la Universidad Católica, donde volvió a abordar la importancia de la reparación económica a las víctimas de abuso, la misma que fue rechazada en primera instancia para las víctimas de Fernando Karadima.

“Todo delito necesita no solo hacer justicia, sino también una reparación”, dijo Bertomeu.

El día de los enviados papales comenzó temprano. Nueva y media de la mañaana y Elisa Fernández, denunciante de la red autodenominada como La Familia en la Diócesis de Rancagua, pidió la salida de Alejandro Goic como investigador de los eventuales abusos.

Los denunciantes del obispo emérito de Valparaíso, Gonzalo Duarte, llegaron acompañados de sus abogados y entregaron más antecedentes sobre abusos y encubrimientos en esa diócesis.

Marcelo Vargas, denunciante de la Congregación de los Salesianos de Valdivia y del fallecido sacerdote Rimsky Rojas, se reunió por segunda vez con Scicluna y entregó la petición formal para abrir una investigación canónica.

Ricardo Ezzati, Fernado Ramos, Santiago Silva y Juan ignacio Gonzalez también estuvieron entre los presentes, sin embargo se retiraron todos sin hacer declaraciones,

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