El ex alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, respondió a la ministra secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo, sobre los “problemas heredados” en la comuna de Santiago y se refirió que “el estallido social que ellos tanto aplaudieron (…) Trajo consecuencias”, en cuanto a la gestión de la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, fustigó que “las señales no fueron las adecuadas para haber reorganizado el casco histórico”.
Según consignó Emol, Alessandri afirmó que “debe ser muy fuerte para un partido político (el PC) el que sea la alcaldesa principal, la más importante de Chile, sea declarada como una administración incapaz y por una amplia mayoría en una cámara que no es particularmente de derecha. Y refleja un poco la situación que hoy se vive en Santiago, que es un tema de salubridad, como dice el documento, un tema en los colegios que solo se ha acrecentado y también el comercio ilegal desatado”.
El ex jefe municipal de la comuna de Santiago, recordó episodios de su gestión en el año 2018 en el sector de Ahumada-Puente, que era conocido como el “metro cuadrado más caro de Latinoamérica”.
Y agregó que “denotaba las gestiones que se estaban haciendo en la Municipalidad de un Santiago más seguro, más limpio, más ordenado, se notaba, inmediatamente el mercado lo tradujo en el alza del precio de los locales comerciales. Hoy el 70% está en arriendo o está vacío”.
Una de las críticas que recibió por parte de la actual alcaldesa Irací Hassler fue que “está transformando Santiago en Vitacura” y señaló que antes “era una alternativa ir al caso histórico, hoy por todo lo que vemos claramente no es una alternativa, no es que estuviera perfecto, pero estaba mucho mejor”.
Tras las declaraciones de la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, sobre los “problemas que son heredados” en la comuna de Santiago, precisó que “claramente que el estallido social que ellos tanto aplaudieron y lo llamaron como de desobediencia civil necesaria, trajo consecuencias, lógico que sí, y después vino la pandemia, pero siempre desde la Municipalidad había una voluntad por arreglar el caso histórico y arreglar los barrios”.
Y reconoció que los “problemas heredados” se debe a episodios como el estallido social y la crisis sanitaria. Sin embargo, en cuanto a la gestión de Hassler apuntó que “ya le queda un año y nueve meses para la elección, en la mitad del periodo las señales no fueron las adecuadas para haber reorganizado el casco histórico”.
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