Por Claudio Castro
Agencia UNO

Los cuidados y apoyos, que comprenden a todas las labores que se ejercen para la mantención de la vida de las personas, son un factor esencial para el funcionamiento de las sociedades y un derecho fundamental de todo ser humano. Con los años, la demanda por el reconocimiento de estos en las políticas públicas ha empezado a agarrar fuerza, posicionándose como un tema recurrente en organizaciones internacionales y últimamente, formando parte de programas de Gobierno Nacionales, Regionales y Comunales.

Desde la Organización de las Naciones Unidas, el llamado es a hablar de una Sociedad del Cuidado, enfocada en el reconocimiento del derecho de cuidar y ser cuidado. Con ello, esto impulsa a los Estados a hacerse cargo de esta dimensión fundamental para el desarrollo humano, fomentando la creación de políticas, programas e iniciativas que contribuyan a reconocer el valor insustituible del cuidado sobre la base de corresponsabilidad social y de género.

Para construir una Sociedad del Cuidado, no podemos ignorar las cifras: Se estima que en Chile hay 600 mil personas que realizan labores de cuidado sin remuneración alguna, y más de 2 millones de personas que necesitan de cuidados y/o apoyos. Si lo observamos con un enfoque de género, según datos del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, un 85% de quienes destinan ocho horas o más diarias al trabajo de cuidados no remunerado son mujeres. El trabajo doméstico no remunerado, según estimaciones del Banco Central, constituye más del 25% del PIB ampliado del país.

Pero sabemos que ante la urgencia y la llamada “crisis de los cuidados”, las acciones valen más que los diagnósticos y palabras. En nuestro país, el Gobierno Central ha participado de una serie de procesos impulsando las bases de un Sistema Nacional de Cuidados, anunciado como “Chile Cuida”, fortaleciendo los avances empujados desde los gobiernos y también los municipios, consolidado la integración de una red de cuidados a nivel nacional.

Desde la perspectiva de los municipios, se ha avanzado en consolidar diversos planes piloto en materia de cuidados. Desde Renca, no nos hemos quedado atrás, impulsando el sistema comunal de cuidados “Renca Te Cuida”. Trabajamos desde un enfoque innovador, a partir de las díadas de cuidados, reconociendo a quienes reciben los cuidados y/o apoyos, como también quienes los ejercen.

La convicción de poner a los Cuidados y el Apoyo en el centro, es un eje que nos ha motivado desde Renca a entregar soluciones desde diversas aristas; social, urbana y económica. Hemos pasado desde un enfoque asistencialista en los cuidados, a un enfoque de derechos, reconociendo la autonomía que tienen las personas con discapacidad en situación de dependencia.

El camino ha sido lento, pero con convicción. En ese contexto y con recursos propios, variadas son las acciones que como municipio hemos realizado. Ya desde el 2018 iniciamos nuestras primeras acciones para identificar y visibilizar a las personas con discapacidad en situación de dependencia y sus cuidadores, a través del 1° censo comunal de discapacidad.

El 2021 y posterior a la emergencia sanitaria, retomamos nuestros desafíos de desarrollo social y con apoyo de ONU Mujeres y CEPAL, levantamos nuestro primer diagnóstico cualitativo. A partir de esto, articulamos el 2022 nuestra primera mesa técnica con el fin de construir un sistema local de apoyos y cuidados, poniendo en el centro a las personas que cuidan y/o dan apoyos a niños, niñas y jóvenes de hasta 14 años, personas mayores o con discapacidad en situación de dependencia.

Logramos articular 38 servicios municipales y comunitarios, destacando el CEDIAM, el programa MAS, Somos Renca y la red de 75+ para personas Mayores; la guardería comunitaria y los programas de 4 a 7 para el cuidado en niños y niñas y el Centro Comunitaria de Discapacidad Rehue para la entrega de apoyos a personas con discapacidad.

Implementamos la unidad TEA (trastorno del espectro autista) permitiendo atender a niños y niñas de entre 0 y 5 años que tienen sospecha de diagnóstico, además aumentamos a 26 el total de atenciones anuales del Programa de Atención Domiciliaria Integral (PADI) para personas con dependencia severa. 

Hace unas semanas, resignificamos el antiguo Centro Comunitario Rehue, transformándolo en el primer centro de apoyos y cuidados de la comuna, en el marco de la implementación de nuestro Sistema Comunal de Cuidados. Porque también hemos demostrado estar a la vanguardia a nivel de cuidados, contamos en este centro con la primera sala de Rehabilitación Comunitaria Infantil, levantada con financiamiento de la Municipalidad. Pasamos originalmente de atender a 36 usuarios, a contar con cerca de 120 niños, niñas y adolescentes.

Buscamos que en Renca se constituya un distrito de cuidados. Desde el oriente, con el Centro Diurno del Adulto Mayor, en el centro, con el nuevo Centro de Apoyos y Cuidados Rehue y desde el poniente, con el futuro Centro de Cuidados Miraflores. Para robustecer nuestra comunidad, debemos continuar innovando desde nuestro enfoque en las díadas del cuidado, apelando a quienes cuidan y entregan apoyos, como también a quienes los reciben.

Hace unos días, contamos con la presencia de tres ministros en Renca, donde luego de una articulación de casi siete años, se hizo entrega de un terreno para la construcción de un Condominio de Viviendas Tuteladas para nuestra comuna. La entrega de viviendas para personas mayores autovalentes que viven solas, avanza no solamente hacia la reducción de la crisis habitacional, sino que también a través de la entrega de apoyo profesional de cuidados.

Sabemos que estar a la vanguardia en cuidados, no es algo que lograremos solos desde la Municipalidad. Nuestro rol desde los gobiernos locales, ante la llamada “crisis de cuidados”, es entregar programas, como también coordinarse con otras políticas a nivel de Estado e impulsadas desde organizaciones de la comuna y la región. Los esfuerzos liderados por el Gobierno Central, a través del Sistema Nacional de Cuidados, apuntan a la construcción de una sociedad más justa, equilibrando las necesidades de quienes cuidan y quienes requieren cuidados.

Pero también, no podemos negar que nos llena de orgullo estar forjando un ejemplo de transformación social basado en el bienestar colectivo, elevando al Cuidado como una Política de Estado, en la cual tanto el Gobierno Central, los Gobiernos Regionales y las Municipalidades trabajan de forma conjunta. Solo así, podemos construir a partir de realidades locales, como la de Renca, la Sociedad del Cuidado que anhelamos.

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