Por Camila Flores
Agencia Uno

El comercio ilegal es una seria problemática en el país que cada vez toma más fuerza, en las comunas de nuestra región podemos ver como a diario los vendedores ambulantes prácticamente se adueñan de las calles. Incluso, estos comerciantes se tomaron las calles aledañas al Congreso Nacional, usando las rejas como colgadores y haciendo que estos lugares sean intransitables.

Hemos visto en reiteradas ocasiones como las riñas, robos e incluso ajustes de cuentas con armas de fuego se llevan a cabo en las calles con mayor presencia de comercio informal, donde muchas veces Carabineros se ven sobrepasados.

Son los alcaldes, jefes comunales, quienes se deben encargar de esto y poner mano dura frente a una acción ilegal que solo acrecienta la inseguridad, afecta a los locales establecidos, y a quienes deben transitar por allí. Son los ediles los encargados de fiscalizar y poner un fin a estas acciones.

No es solo por el orden y la limpieza, aquí está en juego la seguridad de los ciudadanos y además, el ser justos con quienes sí cumplen las leyes, pagando sus impuestos y teniendo el legítimo derecho a vender sus productos. Es una falta de respeto hacia ellos, que ven como afuera de sus locales se llena de comerciantes que no pagan impuestos y que ejercen control sobre el espacio público.

El comercio ambulante es un foco de conflicto que debe ser erradicado, por el bien de las comunas y el progreso de las mismas, dejando un espacio limpio y sin ser focos potenciales de acciones delictuales mucho más graves, de manera que quienes quieran trabajar honradamente puedan tener un espacio dispuesto por los municipios, pero no podemos seguir aguantando este nivel de desorden en las calles.

Es por eso que oficié a los municipios de la región, para saber cuál es el plan de acción que están teniendo ellos como los entes principales obligados a mantener el orden, la limpieza y la seguridad de las ciudades. De esta manera, espero conocer en concreto la cantidad de fiscalizaciones que realizan y el número de funcionarios destinados para esta labor.

Es que estamos frente a una crisis de seguridad, con un comercio ilegal que ha generado gran conmoción en las comunas más grandes de la región, y en algunos sectores tienen tomadas las calles, imposibilitando incluso el libre tránsito de peatones. Valparaíso, Viña del Mar, Villa Alemana, Quilpué, San Felipe, Quillota, Los Andes y La Ligua, son algunas de las comunas que han presentado serios problemas relacionados con el aumento del comercio informal.

Realmente está fuera de control, y necesitamos medidas fuertes por parte de los municipios, ya que no sacamos nada los parlamentarios con sacar leyes para controlar el comercio ilegal, si en definitiva los primeros en implementar estas normas que son los alcaldes no hacen el trabajo.

La seguridad ha sido uno de los principales focos de ocupación en mi trabajo como parlamentaria, y no descansaré hasta ver que los alcaldes pongan manos a la obra y acaben con estos focos de incivilidades.

Nuestro comercio establecido, los que hacen las cosas bien, merecen tener sus espacios y derecho a vender de manera segura, y nuestros ciudadanos a transitar por todas las calles de la ciudad con tranquilidad, sin que se les quite el derecho al libre tránsito. Espero que prontamente los alcaldes puedan darme respuesta y se comprometan con el orden público, por el bien de las personas, por el bien del país.

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