Luego de haber sido acusados de secuestro y de falsificar documentos, los padres de la niña, fueron puestos en libertad.
El misterio de María, “el ángel rubio”, fue resuelto. Su madre biológica, también búlgara, la entregó a la pareja adoptiva ya que no podía mantenerla. Pese a que ellos no cumplieron con los papeles correspondientes, si son los padres adoptivos de la niña.
La experiencia fue calificada, por la comunidad gitana como discriminatoria. Los padres de la niña sufrieron acusaciones que incluso indicaban tráfico infantil. Además los investigadores dijeron que la pareja pretendía casar a la pequeña a los 12 años para obtener dinero, debido a sus rasgos nórdicos.
La niña fue llevada temporalmente a un organismo de caridad en Grecia. Su caso desencadenó la búsqueda de otros niños secuestrados por la Interpol, cuya lista de 600 desaparecidos incluye 32 niños entre 5 y 6 años.
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