EFE/EPA/Abir Sultan/ POOL

Este viernes, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, respondió a la acusación por genocidio que investiga la Corte Internacional de Justicia (CIJ), asegurando que “no solo es falsa, es indignante“.

El tribunal en La Haya se pronunció sobre el conflicto en Medio Oriente, luego que Sudáfrica presentara una denuncia contra Israel alegando que está cometiendo genocidio contra los palestinos en la Franja y no previene ni castiga el genocidio en violación de sus obligaciones en virtud del pacto internacional.

La revisión de la CIJ

Tras la revisión, la jueza Joan Donoghue comunicó que “Israel debe, de conformidad con sus obligaciones bajo la Convención sobre Genocidio, en relación con los palestinos en Gaza, tomar todas las medidas a su alcance para impedir la comisión de todos los actos dentro del alcance del Artículo Dos de la convención”.

Además, el tribunal de la ONU le exigió a Israel que “debe tomar medidas dentro de su poder para prevenir y castigar la incitación directa y pública a cometer genocidio en relación con los miembros del grupo palestino en la Franja de Gaza” y permitir la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria que se requieren con urgencia en la Franja.

Luego de conocerse el fallo de la CIJ sobre las medidas exigidas por Sudáfrica, Netanyahu expresó que “como todo país, Israel tiene el derecho básico a la autodefensa. El tribunal de La Haya rechazó con razón la escandalosa exigencia de privarnos de este derecho”.

En ese contexto, la autoridad de Israel dijo que seguirá defendiéndose de Hamás que es “una organización terrorista y genocida” y agregó que esta guerra es contra los terroristas de este grupo, no contra los palestinos.  

 

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