Una declaración tardía e impersonal según algunos, que desató nuevos disturbios en la pequeña localidad.
Varios detenidos dejó la nueva protesta que se generó en Ferguson, en la localidad de Missouri, luego de que el jefe de policía Tom Jackson se disculpara, mediante un video, por la muerte del joven afroamericano asesinado por un oficial de su jurisdicción el 9 de agosto pasado.
“Nadie que no haya tenido la experiencia de perder un hijo puede entender sus sentimientos. Les pido disculpas sinceramente por la perdida de su hijo. También le quiero decir a todos los protestantes pacíficos que si no sintieron que resguardé sus derechos constitucionales, que me disculpo”, afirmó el oficial.
Minutos después de la declaración, un grupo de personas comenzó a marchar para pedir la renuncia de Jackson, quien intentó hablar con los manifestantes pero no tuvo resultados.
El caso ha mermado la confianza en la policía a nivel nacional y abrió un debate sobre el uso excesivo de fuerza que los organismos de orden aplican en Estados Unidos.
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