Expertos predicen un camino incierto para el ex agente de la CIA.
Digna de una película de espionaje durante la guerra fría es la situación del ex agente de seguridad de la CIA Edward Snowden, quien hoy está refugiado en Rusia luego de intentos fallidos de asilo en distintos países del mundo que incluyeron a Ecuador, Venezuela, España, Finlandia, entre otros.
El analista de sistemas, oriundo de Carolina del Norte, se hizo públicamente conocido luego de entregar información clasificada sobre programas de espionaje de EE.UU . En una entrevista al periódico The Guardian, Edward Snowden afirmó que sus actos se deben a que “No quiero vivir en un mundo donde se registra todo lo que hago y digo . Es algo que no estoy dispuesto a apoyar o admitir”. A través de internet liberó información clasificada, lo que derivó en su búsqueda a nivel mundial por parte del gobierno de Barack Obama, quien canceló una reunión bilateral con Vladimir Putin luego que éste le ofreciera asilo temporal.
El caso Snowden hace eco en una historia ocurrida durante la guerra fría, cuando Edward L. Howard abandonó la inteligencia de Estados Unidos y se presentó ante el consulado soviético en Washington, admitiendo ser un espía estadounidense dispuesto a colaborar y que contaba con el conocimiento de los movimientos de la CIA en Moscú. Según el FBI, su trabajo fue causal de la ejecución de un científico.
En 1993, el cineasta Robert Stone entró en contacto con Lee Howard, quien en 2002 fue declarado muerto luego de caer por las escaleras de su hogar en medio de una borrachera. Para analistas y conocedores del caso, la muerte del ex agente es demasiado sospechosa para aceptar la causa de muerte oficial.
Para Stone, la utilidad de Snowden para el gobierno ruso puede llegar a su fin, y por ende, también su seguridad. De llegar a ser un problema, el aparato de seguridad ruso podría desechar a Edward Snowden, solucionando el problema de forma bilateral. Actualmente, el ex espía tiene asilo temporal por un año en Rusia, mientras se decide su situación.
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