El acatamiento del veredicto depende, únicamente, de los Estados involucrados en el diferendo.
Es poco común que un país no acate un fallo dictaminado por la Corte de Justicia de La Haya. Sin embargo, hay un caso reciente, puesto que los limites marítimos entre Colombia y Nicaragua fueron definidos por el tribunal internacional en 2012, y aún no se ha ejecutado tras los cuestionamientos del Presidente Juan Manuel Santos.
Si bien existe la opción de actuar “con rebeldía” y no aplicar el fallo, los expertos señalan que a Chile le conviene acatarlo, sobre todo porque Chile, como integrante no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene como labor hacer cumplir el derecho internacional.
De no aceptar el fallo, Perú podría ejercer varias formas de presión, explicaron los analistas, realizando acusaciones a organizaciones transnacionales como la Unasur, OEA y Naciones Unidas.
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