(CNN) – El líder norcoreano, Kim Jong Un, admitió nuevamente que hay un “problema alimentario” en el país, durante un discurso que puso fin a una importante reunión de cinco días de su Partido de los Trabajadores de Corea.
El discurso de fin de año, resumido por el medio de comunicación estatal KCNA el sábado, hizo una breve referencia al “trabajo de prevención de epidemias de emergencia”.
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Corea del Norte se ha mantenido callada durante la pandemia, se ha aislado aún más del resto del mundo y no ha reconocido ni un solo caso doméstico de COVID-19.
La mayor parte del discurso de Kim se centró en la necesidad de impulsar la productividad agrícola en el país.
También elogió los avances militares realizados durante su décimo año en el poder, pero no hizo ninguna mención específica a Corea del Sur ni a Estados Unidos, salvo una breve referencia a las orientaciones políticas para las relaciones intercoreanas y los asuntos exteriores.
Si bien el líder norcoreano no detalló el grado de escasez de alimentos, la Organización Mundial de la Alimentación advirtió sobre una grave escasez en el país en 2021, incluida una escasez de cientos de miles de toneladas de arroz.
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El problema se vio agravado por las graves inundaciones en algunas de las regiones productoras de arroz más fértiles del país.
Esta no es la primera vez que Kim reconoce la situación alimentaria en el país durante los últimos 12 meses.
En abril, KCNA informó que Kim instó a la gente a emprender otra “Marcha Ardua”, mientras se dirigía a una reunión política de alto nivel.
El término “Marcha Ardua” se refiere a un período de devastadora hambruna a principios de la década de 1990, cuando la economía de Corea del Norte se desplomó tras el colapso de la Unión Soviética, que puso fin al flujo de ayuda al país.
Se estimó que cientos de miles de personas, o hasta el 10% de la población del país, murieron de hambre en este período.
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Y en junio, Kim admitió que el país enfrentaba una “situación alimentaria tensa” debido al tifón y las inundaciones de 2020. Ese mismo mes, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha estimado que a Corea del Norte le faltan unas 860.000 toneladas de alimentos, lo que habría sido suficiente para poco más de dos meses de suministros.
El sábado, KCNA también informó sobre el reconocimiento de Kim de “las condiciones desfavorables de este año” y su deseo de “aumentar la producción agrícola y resolver por completo el problema alimentario del país”.
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