El coronavirus no ha sido lo único que ha golpeado a Estados Unidos en los últimos meses. La ola de protestas generada tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco es, para muchos, el mayor estallido social por motivos raciales desde 1968, tras la muerte de Martin Luther King. Esto, a juicio del empresario inmobiliario Enzo Langer, podría generar un fuerte impacto en la economía de esta potencia mundial.

El experto destaca que la economía podría verse afectada no sólo por los disturbios y destrozos ocasionados por los manifestantes, sino también por un retraso en las reaperturas de los distintos estados, debido a la imposición de nuevos toques de queda.

“Creo que, tal como ocurrió en Chile tras el 18-O, los hechos de violencia que se han registrado en las protestas, podrían provocar que las personas disminuyan su interés en salir a comprar y consumir. Esto no sólo afectará a las pequeñas tiendas, sino también a las grandes empresas, que ya han tenido severas pérdidas por el aislamiento. Esto prologará recesión y hará que tome mucho más tiempo salir de la crisis”, explica Enzo Langer.

Una crisis que se veía venir

Según Enzo Langer, a estos elementos hay que añadir que, incluso desde antes del COVID-19, Estados Unidos ya venía con una economía deprimida. Así, en julio, la cifra de desempleo alcanzó un 10,1 %, lo que se traduce en más de 30 millones de personas cesantes, y el PIB tuvo una contracción del 9,5 %, la mayor caída en la historia del grande norteamericano.

“Es evidente que en la actualidad Estados Unidos está funcionando muy por debajo de su capacidad. Lo más probable es que durante este trimestre y el próximo enfrente una contracción pocas veces vista en su economía”, comenta Enzo Langer.

Sin embargo, a la luz de los datos conocidos este viernes sobre la creación de empleo, que alcanzó 1.763 millones de nuevas contrataciones en julio, una cifra superior a la estimación de los analistas internacionales, que esperaban 1.480 millones, Enzo Langer señala que hay optimismo. “Creo que existen algunas posibilidades de que el mercado logre estabilizarse a finales de este año”, agrega.

El impacto global

El clima de inestabilidad e incertidumbre que vive Estados Unidos no sólo afecta directamente a ese país, sino que también mantiene en vilo al resto de las naciones del mundo.

En este sentido, el empresario inmobiliario señaló que, en el caso de Chile, la nación norteamericana es un socio comercial altamente valorado, tal como la Unión Europa o China, potencias que también se han visto impactadas por los efectos del coronavirus.

Así, a juicio de Enzo Langer, la recesión económica de Estados Unidos podría afectar fuertemente el volumen de exportación anual de nuestro país, especialmente en los sectores frutícolas, vitivinícolas y forestales, que son los principales productos comercializados.

“Es importante entender que en periodos de crisis, es fundamental reinventarse. Las empresas chilenas que dependen de la exportación a grandes potencias tendrán que estar atentas a los movimientos del mercado internacional y buscar fórmulas para mantenerse en pie”, cierra el experto.

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