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Shoji Morimoto, un hombre japonés de 38 años, decidió renunciar a su trabajo en 2018 para iniciar un emprendimiento en el que recibe cerca de $60 mil pesos chilenos por el servicio de hacer absolutamente nada. Él mismo clarifica que puede prestar acompañar a sus clientes a comer y beber, aunque hay que pagar su transporte y alimentación. Además, el contratarlo implica que Morimoto solo hablará si es que se le hacen preguntas, puesto que iniciar una conversación no es parte del trato. Según él, lo han contratado más de cuatro mil veces. Incluso, detalló que una mujer ha pagado 270 veces por su compañía.
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