(CNN) – La líder de Myanmar, Aung San Suu Kyi, y otras figuras importantes del gobierno han sido detenidas “por los militares”, aseguró a CNN un portavoz del partido Liga Nacional para la Democracia (NLD).
“El consejero de estado Daw Aung San Suu Kyi y algunas otras figuras importantes están detenidas en Naypyidaw”, dijo el vocero Myo Nyunt.
La fuente confirmó que además de Suu Kyi, los militares habían detenido a varios ministros de grandes estados de Myanmar. “Parece que los militares van a tomar el control de la capital”, indicó.
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La medida se produce después de días con fuerte de tensión entre el gobierno civil y los militares tras una elección que el ejército dice que fue fraudulenta, informó Reuters.
La NLD reclamó la victoria después de las elecciones de noviembre de 2020, la segunda votación democrática del país desde el fin del régimen militar en 2015.
En una declaración del 29 de enero, 16 misiones internacionales en Myanmar instaron al ejército del país a “adherirse a las normas democráticas”.
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“Nos oponemos a cualquier intento de alterar el resultado de las elecciones o impedir la transición democrática de Myanmar”, especificó el comunicado firmado por misiones de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea.
La organización no gubernamental de Derechos Humanos Burma Rights UK calificó la noticia de la detención de Suu Kyi como “devastadora”.
“Se debe hacer comprender a los militares que han cometido un gran error de cálculo al pensar que pueden salirse con la suya”, afirmó el grupo.
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Suu Kyi fue una heroína de la democracia en su país de origen, Myanmar, por ser una ex presa política que pasó dos décadas bajo arresto domiciliario y la hija del icono de la independencia asesinado, Suu Kyi.
Desde que su partido obtuvo una victoria aplastante en 2015, ha sido la líder de facto de Myanmar y ocupó el cargo de consejera de estado, un título inventado como una laguna jurídica a la constitución que le prohíbe convertirse en presidenta.
Pero su reputación internacional se ha visto empañada en los últimos años por acusaciones de genocidio contra la población musulmana rohingya de Myanmar.
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