Es el femicido que movilizó a miles de personas en Rumania. Se trata de la muerte de Alexandra Macesanu, una adolescente de 15 años que fue secuestrada y asesinada en julio, pero cuyo caso indignó al país al conocerse que había alertado a la policía tres veces de lo que le podía pasar.

Todo comenzó el 24 de julio, cuando la joven salió de su casa ubicada en la ciudad Dobrosloveni con dirección al pueblo llamado Caracal, momento en que se perdió el contacto con ella cuando un mecánico identificado como Gheorghe Dinca la secuestró, consigna el diario ABC.

El sujeto de 66 años confesó que violó, asesinó y calcinó a la joven cuando la policía llegó a la casa. Lugar donde también encontraron los huesos de otra joven que se había dado por desaparecida en abril.

Los llamados

Si bien la muerte de la joven fue un tema para muchos rumanos, no fue hasta que se supo que ella se contactó tres veces con la policía mediante llamados telefónicos que comenzaron las manifestaciones.

Incluso, se dieron a conocer los audios en los que la adolescente relataba la situación en la que se encontraba y pedía ayuda. Llamados que fueron en vano, ya que llegaron 19 horas después de que ella fuera asesinada.

Tengo 15 años, fui secuestrada ayer por un hombre“, dice la primera grabación. Ante esto, la persona al otro lado de la línea le pregunta si la atacaron. La joven, entre llantos, responde que “sí, me violó“. Segundos después se escucha que dice “vino, vino, vino. ¡Ven rápido, por favor!”. Ahí se corta la comunicación.

Más tarde, en una segunda llamada, Alexandra pide que “por favor, no me cuelgues, quédate conmigo, estoy muy asustada”. Todo mientras estaba encerrada en una habitación. “Por favor envíeme a alguien, tengo miedo”, añade.

Ante esto, desde la policía le replican que “lo siento, no puedo quedarme en la línea con usted, tengo otras llamadas. Quédate allí, la Policía llegará sin falta en unos minutos”.

Cálmate, ellos ya están en camino“, añadieron en la línea de emergencia. Llamado en el que tampoco se tomaron cartas necesarias ni le preguntaron donde se encontraba.

Ya en el tercer y último intento, la joven pide desesperada que “¡vengan, por favor! ¡Tengo miedo!“.

“¿De quién tiene miedo? ¿Hola?”, le preguntan, a lo que Macesanu dice que “de él, me golpeó. Por favor, quédese en línea conmigo, estoy realmente asustada“.

Esas fueron las últimas palabras de las que se tienen registro de Alexandra Macesanu antes de que la policía llegara y la encontrara muerta.

Las movilizaciones

Los llamados y el posterior asesinato de la adolescente desató una ira generalizada en Rumania.

Una de las mayores críticas que se ha extendido es hacia la policía, ya que esperaron a tener una orden de allanamiento, que sería legalmente innecesaria según detalla el medio RT, para poder entrar a la propiedad donde estaba secuestrada.

Es por esto que miles de personas salieron a las calles rumanas para protestar por lo que consideran como una deficiente respuesta de las fuerzas policiales. La mayor de las movilizaciones se produjo el 27 de julio en la capital Bucarest.

Manifestaciones que han tenido efecto, ya que desde el Gobierno anunciaron despidos de varios funcionarios, siendo el más reciente el de la ministra de Educación, Ecaterina Andronescu, quien señaló que a la joven la habían educado con la frase “no subir a vehículos con extraños”. Comentario por el que terminó fuera del gobierno.

En tanto que el ministro del Interior de Rumania anunció el 30 de julio que dejaría su cargo de inmediato.

Además, el jefe de la policía nacional de Rumania también fue despedido el 26 de julio

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