La situación también afectó a Brasil, Francia, China, Nueva Zelandia e incluso Estados Unidos.
Más de la mitad de la población de Taiwán podría estar afectada por un fraude alimenticio. Unas 200 compañías habrían entregado aceite no apto para el consumo humano en lugar del tradicional aceite de cocina.
Más de 240 toneladas de aceite proveniente de freidoras industriales, fábricas de productos de cuero y mataderos ilegales habrían sido mezcladas con otros aceites y re-etiquetadas para su posterior venta. Todas las empresas afectadas habrían recibido el aceite de una misma compañía local, que es la única distribuidora en la zona.
En total, las autoridades estiman que se habría distribuido casi 800 toneladas de aceite no apto para consumo humano en forma de 29 productos diferentes, entre los que se encuentran galletas, fideos y pasteles, entre otros.
Entre las empresas afectadas hay varias cadenas alimenticias, por lo que las autoridades temen que gran parte de la población haya consumido el aceite.
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