EFE

(EFE)El nuevo Ejecutivo de centro danés eliminará un día festivo para financiar el aumento del gasto en defensa, reveló este miércoles la primera ministra en funciones, la socialdemócrata Mette Frederiksen, al presentar el pacto de gobierno con dos fuerzas de centro-derecha.

Frederiksen había anunciado anoche un acuerdo para gobernar con el Partido Liberal y el centrista Los Moderados, el primer ejecutivo en cuatro décadas que incluye a los dos principales fuerzas políticas y que se ha fraguado después de más de cuarenta días de negociaciones, una cifra récord en el parlamentarismo danés.

Los tres partidos se han comprometido entre otras cosas a adelantar a 2030 el compromiso para destinar el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) a defensa, según el requerimiento hecho por la OTAN a los países miembros, tres años antes a la anterior promesa hecha en marzo, coincidiendo con el inicio de la intervención rusa en Ucrania.

La primera ministra en funciones explicó hoy que para financiar ese adelanto será necesario trabajar un día más y eliminar un festivo en 2024, el llamado Gran Día del Rezo, que se celebra el cuarto viernes después de Pascua.

Tomamos esta decisión con la espalda erguida y sin esconder nada“, afirmó en rueda de prensa Frederiksen, que estuvo acompañada por el líder liberal, Jakob Elleman-Jensen, y el de Los Moderados, el ex primer ministro liberal Lars Løkke Rasmussen.

¿Qué considera el nuevo pacto?

El nuevo gobierno danés, que será presentado mañana, reducirá los impuestos al trabajo y subirá el tope para pagar el impuesto para las rentas más altas, destinará 3.000 millones de coronas (403 millones de euros) para subidas de sueldo en el sector público y pretende ayudar a la creación de 45.000 nuevos puestos de trabajo.

El pacto incluye impulsar una reforma del sector sanitario, recortes en las ayudas a estudiantes de enseñanzas superiores, un impuesto a la aviación y que un polémico proyecto para crear un centro de acogida para solicitantes de asilo en el extranjero se haga en colaboración con otros países.

Dinamarca se compromete además a ser neutral desde el punto de vista de emisiones de gases contaminantes en 2045.

“Somos tres partidos políticos muy distintos, pero queremos asumir la responsabilidad de dirigir el país para asegurar el futuro de nuestra sociedad“, dijo Frederiksen, que aludió al apretado resultado electoral entre los bloques y a la “inseguridad” en Europa.

Elleman-Jensen admitió que pocos creían en un gobierno de centro antes de las elecciones, pero que asumía el compromiso para evitar un ejecutivo de izquierda.

Los tres partidos suman 89 escaños, uno menos que la mayoría absoluta, que se aseguran con alguno de los cuatro mandatos de los territorios autónomos de las Islas Feroe y Groenlandia.

El bloque de centroizquierda con el que había gobernado Frederiksen la pasada legislatura ganó los comicios del 1 de noviembre con 80 escaños, la mayoría absoluta justa, gracias precisamente al respaldo de tres diputados feroeses y groenlandeses.

Pero Frederiksen dimitió al considerar que no había apoyo suficiente para que siguiese el gobierno en minoría socialdemócrata que encabezó la pasada legislatura, con el apoyo externo de tres fuerzas de centroizquierda, y por su promesa electoral de intentar formar un ejecutivo de centro con fuerzas de ambos bloques.

Desde entonces ha mantenido reuniones con todas las fuerzas, aunque ahora solo quedaban liberales y “moderados”.

Los antiguos aliados de Frederiksen la han criticado por ignorar la existencia de una mayoría de izquierda y por el giro “derechista” del nuevo ejecutivo.

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