Canserbero

Este martes, el caso del rapero venezolano Tirone José González Orama, mejor conocido como Canserbero, tuvo un vuelco total luego que su exmánager, Natalia Améstica, confesara haberlo asesinado a él y a su amigo Carlos Molnar.

Un prematuro cierre

El crimen data del 20 de enero de 2015, en la provincia de Aragua. Fue preliminarmente catalogado como un suicidio, en una versión que nunca acabó por convencer a su familia, que insistía en las “ansias de triunfo” que mostraba el artista a sus 26 años.

La primera versión, entregada por la misma Améstica, apuntaba a que Tirone padecía de cuadros de depresión severa y esquizofrenia, que incidieron en un ataque irracional contra su amigo Molnar, a quien habría apuñalado cuatro veces con un cuchillo de cocina.

El rapero luego habría tomado la decisión de quitarse la vida saltando desde uno de los pisos superiores.

Su cuerpo fue llevado hasta la morgue para luego ser sepultado en el Cementerio Metropolitano de Maracay.

El caso fue cerrado en marzo del mismo año, pese a los reparos que entregó el fiscal Tarek William Saab, quien realizó un análisis en el sitio del suceso y aseguró no haber encontrado ningún indicio de duda por parte del artista previo a lanzarse del edificio.

Casi nueve años y nuevos antecedentes

Los casi nueve años posteriores, familiares de Canserbero entregaron nuevos antecedentes a las autoridades que daban cuenta de una buena salud mental del cantante, además de una presunta mala relación laboral con Natalia Améstica.

El pasado 11 de noviembre, el caso fue reabierto por el propio fiscal Saab.

En ese contexto, el persecutor entregó órdenes para exhumar el cuerpo del hombre de 26 años.

La autopsia entregó un primer vuelco de la historia, pues esta constató lesiones de consideración en el cuerpo que no habían sido notificadas en el primer estudio.

“Pese a que el mismo se encontraba en estado de reducción esquelética: se observó en la exhumación que dichas fracturas fueron graves y las mismas tenían reacción vital (…), fueron causadas con un objeto cortante con bordes bien definidos. Estas lesiones, según la inspección, refiere ser ocasionadas en el lado izquierdo del cuerpo. No obstante, las mismas tampoco fueron plasmadas en la autopsia de la época”, añadió en la oportunidad.

En la misma línea, una nueva revisión del lugar del crimen reveló inconsistencias en la versión original, que se sumó a un nuevo informe que indicaba que el cuerpo del músico había sido movido, lo que descartó casi completamente la teoría del suicidio.

Como consecuencia de ello, el persecutor determinó la detención de Natalia Améstica y su hermano, bajo el cargo de obstrucción a la justicia.

Tuvimos que encontrarlos con las fuerzas policiales. Los psiquiatras que los entrevistaron determinaron que mintieron, que ocultaban información y que actuaban como encubridores”, señaló Saab.

A eso se sumó, demás, a los resultados de la autopsia psiquiátrica, que indicó que el cantante no tenía esquizofrenia, depresión o algún tipo de enfermedad mental.

El 15 de diciembre cuando Fiscalía descartó oficialmente las primeras versiones sobre la muerte de Canserbero.

Finalmente, este 26 de noviembre, Natalia Améstica emitió una declaración en la que confiesa el delito y entrega detalles del mismo.

¿Qué dijo?

Améstica relata en su video confesión que, sin saber qué hacer luego de haber drogado y asesinado a los músicos, llamó a su hermano para que la ayudaran.

“Él -su pariente- llegó a las 11 de la noche, acompañado de tres funcionarios del Sebin, los cuales desconozco su nombre. Ellos terminaron de arreglar la escena para que fuera un homicidio o suicidio. Eso quiere decir, a Carlos terminan de darle las puñaladas, mi hermano Guillermo le da cuatro puñaladas, el resto lo hacen los funcionarios del SEBIN”, dijo.

“El cuerpo de Canserbero lo traen para la cocina, se le quita la franela, se le da con un tubo por la cara, Guillermo es el que lo hace, mi hermano, y luego de eso nos explican qué es lo que tenemos que hacer, que es lanzarlo por la ventana para terminar la escena del homicidio-suicidio“, agregó.

“Mi hermano se va del apartamento porque no puede estar en la escena, yo me cambio, hago la escena de que fue en ese momento, pido auxilio a los vecinos, y al tiempo es que llega el CICPC, quienes se cuadran con mi hermano, y mi hermano les ofrece 10 mil dólares a ellos para terminar de arreglar la escena que ya habían dejado listas los funcionarios del SEBIN“, siguió.

“Eso significaba que me ponen a mí a pisar sangre que estaba en el piso y hacer las huellas con dirección a la ventana. Yo después de esto me fui a Chile huyendo, aterrada, pensando que al final se iba a saber la verdad. En marzo, la Defensoría del Pueblo reabre el caso, me llaman, pero yo voy con la confianza de que tanto Fiscalía como CICPC decían que era un homicidio-suicidio. Por eso, regreso a dar las declaraciones pertinentes para la reapertura del caso”, cerró.

El Ministerio Público venezolano asegura que existen al menos seis implicados más.

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