Un colegio católico de Nashville, Estados Unidos, está recibiendo un montón de lo que la escuela llama “atención indeseada” por haber decidido remover la saga Harry Potter de sus estanterías.

El 28 de agosto, el reverendo Dan Reehil, pastor del Colegio Católico St. Edward, mandó un correo al personal del establecimiento explicando sus razones para sacar los libros de la biblioteca.

“Estos libros presentan magia como buena y también como maligna, lo cual no es verdad”, se lee en su carta. “Los hechizos y maldiciones usadas en los libros son verdaderos hechizos y maldiciones, los cuales, cuando son leídos por un ser humano, arriesgan a conjurar espíritus malignos en la presencia de la persona leyendo los textos“.

Reehil continuó diciendo que consultó con exorcistas y el Catecismo de la Iglesia Católica -considerado el resumen definitivo de la doctrina católica- antes de tomar su decisión.

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Preocupación sobre las maldiciones

Mientras las declaraciones sobre las maldiciones y los hechizos son las que se llevan la mayor parte de la atención en la explicación de Reehil, él también levanta otros puntos filosóficos, asegurando que los protagonistas de los libros “promueven una aproximación maquiavélica a alcanzar los fines que desean”.

CNN llamó a la escuela para comentar en lo ya conocido, pero no pudo contactarse con alguna autoridad del establecimiento.

Rick Musacchio, director de comunicaciones de la diócesis, dijo a CNN que el rol de Reehil como un pastor de una escuela diocesana le da “una serie de roles canónicos” que él puede ejercer.

En otras palabras, sus decisiones no necesariamente deben ser aprobadas o ser explícitamente respaldadas por la diócesis. Musacchio, además, confirma que el mail de Reehil, originalmente obtenido por The Tennessean, es auténtico.

La escuela dice que no es un veto

Después de que la decisión ganara atención, la el superintendente de escuelas de la diócesis, Rebecca Hammel, mandó un mail al personal del colegio clarificando el foco en la polémica de Harry Potter.

En una copia de la carta, enviada a CNN, Hammel expresó que lamentan que la decisión haya dado al colegio “atención indeseada”.

Además, clarifica que el colegio no está ejerciendo un veto: la saga nunca fue parte del currículum escolar y los estudiantes todavía pueden leerlo en el recinto.

Ella dice que la decisión de remover los libros fue parte de un proyecto más grande con miras a mover la biblioteca de un lugar a otro, en el que el catálogo con el que cuenta la escuela fuese reorganizado y algunos materiales removidos considerando si son apropiados para las distintas edades o por “poca circulación”.

“Durante los años, esta serie ha recibido atención por su presentación de la magia y la hechicería”, escribió Hammel.

“Mientras la escuela católica no ha expresado su postura formal sobre los libros y películas relacionadas, muchas voces en la Iglesia, incluso en los niveles más altos, han expresado que el asunto puede ser apropiado cuando se pone en consideración la madurez del lector. Les dejamos esa decisión a ustedes como los educadores primarios de los niños”.

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Desde su lanzamiento en 1997, la saga de Harry Potter ha sido objeto de un debate religioso internacional dada su presunta presentación de misticismo, el ocultismo y otras temáticas que para algunos van en contra de las corrientes del cristianismo y el islam.

En 2006, la serie llegó a la cima de la lista de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos de los libros con mayor cantidad de reclamos formales para ser removidos de todo el siglo XXI.

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