(CNN) – China eliminará los requisitos de cuarentena para todos los pasajeros que lleguen desde fuera de las fronteras del país a partir del 8 de enero de 2023, anunció el lunes su máxima autoridad sanitaria.
El país también eliminará todas las demás medidas restrictivas de COVID para los viajeros, incluidas las cuarentenas para pacientes positivos y el rastreo de contactos.
Las autoridades dijeron que la nueva política es parte de una nueva forma en que China planea gestionar el COVID. China rebajó la gestión de COVID a una “enfermedad de Clase B” menos estricta, en la misma categoría que las enfermedades menos graves, como la fiebre del dengue. China también llamará al COVID una “infección” en lugar de “neumonía“.
El cambio es “más acorde con las características actuales y el nivel de peligrosidad de esta enfermedad“, dijo la Comisión Nacional de Salud en un comunicado.
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“La variante Ómicron, menos mortal, se ha convertido en la cepa dominante del SARS-Cov-2, y solo una cantidad muy pequeña de casos se convirtió en neumonía”, dijo el NHC en un comunicado el lunes.
La política de cuarentena existente para llegadas internacionales a China se lanzó por primera vez en 2020 y se modificó en el transcurso de los últimos años. La política más reciente, que finalizará el 8 de enero, requería que las personas que llegaban desde fuera de China continental y Macao se sometieran a cinco días de cuarentena en un hotel y tres días de autoaislamiento en el hogar.
Los viajeros aún deben hacerse una prueba de COVID antes de llegar a China, pero ya no tendrán que enviar sus resultados a una embajada o consulado chino y solicitar un código. A partir del 8 de enero, los viajeros pueden probar y mostrar el resultado antes de abordar el avión.
El NHC también se comprometió a reanudar el turismo emisor para los ciudadanos chinos de manera ordenada, dependiendo de la situación internacional de COVID y la capacidad de varios servicios domésticos.
China ha aflojado sus restricciones muy gradualmente después de cerrar sus fronteras a casi todos los viajeros en marzo de 2020, cuando la pandemia comenzó a extenderse por el resto del mundo.
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Después de casi tres años de cierres, cuarentenas y pruebas masivas, China abandonó abruptamente su política de cero COVID este mes luego de protestas en todo el país por su alto costo económico y social.
Al mismo tiempo, China está lidiando con una ola de infecciones sin precedentes que ha afectado gravemente a sus hospitales y ha vaciado los estantes de las farmacias. Desde que la segunda economía más grande del mundo redujo drásticamente sus restricciones de COVID, no ha habido datos claros sobre el alcance de la propagación del virus a nivel nacional. Pero varias ciudades y provincias han dicho que estaban viendo decenas de miles de casos nuevos por día.
El cambio abrupto en la política ha provocado compras de pánico de medicamentos para la fiebre y el resfriado, lo que ha provocado una escasez generalizada, tanto en las farmacias como en las plataformas de compras en línea. Las largas filas se han convertido en una rutina frente a las clínicas de fiebre y las salas de hospitales rebosantes de pacientes en la capital, Beijing, y en otras partes del país.
Los principales líderes de China señalaron recientemente que volverían a centrarse en el crecimiento el próximo año y apostaron por la relajación de las restricciones pandémicas para impulsar la economía.
El enfoque actual de China es preparar suficientes recursos médicos, según el comunicado del NHC. Las ciudades grandes y medianas deben transformar rápidamente sus “Fangcang”, instalaciones de cuarentena centralizadas improvisadas de COVID, en hospitales designados con suficiente personal de salud, agregó el NHC.
NHC tampoco descartó por completo la posibilidad de medidas de restricción temporales y locales en el futuro.
“A medida que gestionamos los brotes, debemos prestar especial atención a la evaluación global en tiempo real de la intensidad del brote (presión sobre el sistema de salud y la situación general de la sociedad) y tomar las medidas legales apropiadas para limitar las actividades y el movimiento de grupos de personas de manera flexible forma de aplanar la curva”, dijo en el comunicado, y agregó que los bloqueos podrían volver a imponerse en los hogares de ancianos si el brote es grave.
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