Twitter CNN Argentina

El juicio contra los ocho acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa entró en su tercera semana. El hecho ocurrió hace tres años en la ciudad de Villa Gesell en las afueras de una discoteque, cuando el joven estudiante recibió una golpiza que terminó con su vida.

La jornada del lunes, Máximo Thomsen, a quien la prensa trasandina identifica como el acusado que está más complicado con la causa, se quebró y rompió en llanto tras escuchar a su madre declarar en el juicio y pidió la palabra para entregar su testimonio.

“Hablan de mí con mucho odio”, dijo Thomsen ante el tribunal y ahondó en lo ocurrido durante la madrugada del 18 de enero de 2020. “Yo reaccioné pegando patadas, pero jamás con la intención de matar“, aseguró.

Quiero pedir disculpas principalmente porque jamás en la vida se me hubiera ocurrido tener intenciones de matar a alguien“, continuó.

Respecto a la golpiza, afirmó que tras ser sacado del local “Le Brique” le pegaron “una piña en la cara”. “Me defendí tirando patadas, pero jamás con la intención de matar a alguien“.

En ese contexto, Thomsen dijo que la pelea se desarrolló en “un abrir y cerrar de ojos”, y al ser consultado sobre una zapatilla con sangre que es parte de las pericias replicó diciendo “es mía“.

Responderé siempre y cuando se me pregunte sobre mí, sobre otro voy a decir que no”, advirtió.

Otro acusado declaró este martes

La jornada de este martes, a un día de que se cumplan tres años desde el homicidio de Báez Sosa, declaró otro de los imputados en el caso, Ciro Pertossi.

Pertossi solicitó pausar uno de los videos que se mostraron ante el tribunal y explicó: “Este chico soy yo y esa patada no la hago. Cuando me doy cuenta que el chico estaba en el piso la frenamos“.

Tras ser consultado sobre la decisión de frenar la patada, indicó que eso ya había sido respondido.

Tags:

Deja tu comentario