Iniciativas como las desarrolladas por la Minera Valle Central (MVC), en la región de O’Higgins, han logrado dar solución al problema que representan los relaves.
La empresa minera ha sido pionera, ya que desde hace 28 años que recupera cobre y molibdeno desde los relaves, transformando así un pasivo ambiental en un nuevo negocio más sustentable.
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MVC trabaja con los residuos provenientes de las faenas de la mina El Teniente de CODELCO y los desechos del Tranque Cauquenes, el cual se encuentra inactivo desde el 1977.
“Se toman estos relaves de leyes de 0,1 a 0,12% en cobre y se meten a un proceso de clasificación, molienda y flotación (…) obteniendo un concentrado de cobre comercial de aproximadamente 25 a 27% de ley”, sostuvo Christian Cáceres, gerente general de MVC.
¿Cómo se realiza este proceso?
La superficie de un relave inactivo puede compararse a la arena de la playa. Lo que hace MVC es inyectar agua con gran presión a estos depósitos y crear una mezcla, la cual es conducida por bombas hasta una planta de procesamiento.
Posteriormente, los expertos utilizan un sistema muy parecido al empleado en el resto de las mineras. Se realiza un proceso de concentración para ir subiendo el mineral a la calidad necesaria para su comercialización.
Crédito: Agencia Uno
Cáceres manifestó que es una alternativa rentable “desde la perspectiva económica, social y ambiental”. “Hay un potencial gigante y menos inversión. En general la industria se está dando cuenta que esta es la minería del futuro”, dijo.
Lo que hace Valle Central es uno de los ejemplos que hoy existen en el país. Las bajas en las leyes de cobre, producto del envejecimiento de los yacimientos, han generado que se recurra a este proceso que se denomina “minería secundaria”.
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“Esto representa una oportunidad. Hay altas posibilidades de poder reprocesar relaves históricos, antiguos. Se convertirían eventualmente en reservorios de minerales”, sostuvo Alfonso Domeyko, director del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
Toda intervención de este tipo debe asegurar la estabilidad física del sector y química del material, evitando la contaminación en la zona. Los proyectos son revisados por Sernageomin, quienes pronto pondrán a disposición una guía para regular de mejor manera este tipo de iniciativas.
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