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Este martes se concretó la salida de Susana Herrera de su rol como embajadora de Chile en Reino Unido, luego de la polémica generada por un millonario proyecto que se encontraba gestionando.

Herrera había recibido duras críticas por parte de diversas figuras políticas a raíz de su solicitud al Gobierno Regional del Biobío, cuyo fin era un proyecto valorado en cerca de US$5 millones. La iniciativa comprendía el diseño y construcción de un mercado en la comuna de Santa Juana.

Otro elemento que jugó un rol importante en la renuncia de Herrera tiene que ver con que esta tramitación la realizó sin previo aviso al Ministerio de Relaciones Exteriores.

En exclusiva con CNN Chile, la exembajadora evitó calificar la situación como “haberse excedido” en sus competencias, además de confirmar que su renuncia se concretó este martes 22 de agosto.

“Yo no diría que me excedí a lo que me correspondía hacer“, afirmó. “Uno como embajadora, su rol, es fortalecer las relaciones bilaterales entre ambos países, y esto puede ser en el ámbito de las relaciones políticas, económicas, culturales”.

En esa línea, sostiene que mantuvo al tanto al Minrel sobre los diversos proyectos y propuestas que abordaba. “Probablemente hubo algún error de procedimiento, tal vez por mi falta de experiencia en esa área, pero todo lo que iba haciendo lo iba discutiendo con mi equipo”, aseguró.

Acusación de malos tratos a funcionaria

En la conversación con Mónica Rincón, la exembajadora descartó haber cometido algún mal trato a una de las funcionarias que tenía bajo su supervisión, comentando que esto habría surgido solo de la “tensión” generada por una solicitud de flexibilidad laboral.

“Más que un clima laboral malo que hubiera en la embajada, porque éramos un equipo pequeño que trabajábamos con mucha fuerza para llevar a cabo los proyectos, sí había un proceso guiado por el Minrel en una solicitud de flexibilidad laboral de una de las empleadas”, indicó Herrera.

Un proyecto real

La exembajadora habló además sobre el nivel de involucramiento del rey Carlos III en los proyectos medioambientales, y cómo esto jugó parte en que avanzara la propuesta que traía y que también vinculaba al Gobierno Regional del Biobío.

—Nunca hubiese pensado de proponerle al rey un proyecto…
—Entonces, ¿el rey se lo propuso a usted?
—El rey me propone… A ver, mientras estábamos conversando, me cuenta y me dice… Porque yo le hablaba de Chile, las oportunidades que tenía Chile, lo que la política turquesa estaba desarrollando…

Así, explicó cómo fue la propuesta del rey británico: “El rey me dice ‘sabes, todo lo que me estás contando es algo que a mí me llena profundamente, you touched my heart (“tocaste mi corazón”, en español)’. Entonces, me dice ‘yo quiero por favor que conozcas a mis fundaciones y mis charities (“organizaciones benéficas”, en español)'”.

Aclarando que “en ese momento” Carlos III no propuso nada en concreto, sino más bien mantener el contacto, contó que fue un funcionario cuyo rol sería de secretario del rey quien insistió en el vínculo con las fundaciones.

Al cabo de dos semanas, continuó Herrera, concretó una reunión con un representante de una de las fundaciones con las que había sido puesta en contacto. Esta fundación sería Circular Bioeconomy Alliance.

“Ellos conocen Chile, sabían que Chile es un país con harta experiencia forestal, entonces él me dice que Chile está más avanzado muchos de los países donde ellos han desarrollado otros proyectos y que le interesa que se desarrollen proyectos también con madera, más avanzada”, añadió.

Con todo, aseguró que la polémica ha surgido aún sin que haya un proyecto como tal: “Aquí hay una idea de proyecto, se tiene que desarrollar”.

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