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En una otra entrega de Nuevo Pacto, Humberto Sichel entrevistó al arquitecto Sebastián Gray, director de Espacio Público. En esta oportunidad el también académico de la Universidad Católica analizó cómo redistribuir la ciudad para hacer frente a las desigualdades que agobian al país.

Entregó su visión sobre la política territorial vigente la cual considera una consecuencias del modelo económico que adoptó Chile desde la década de 1980.

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El modelo económico que se impuso en Chile a partir de la década del 80, de la mano de la Constitución, tuvo repercusiones dramáticas en la manera en que se planificaron las ciudades chilenas (…) En 1976, el gobierno de entonces hizo una operación política territorial y la llamó un ‘plan de erradicación’, la propia palabra erradicar ya revela el drama de ese concepto, que significó sacar a poblaciones marginales e informales que estaban en distintos sectores de Santiago, incluyendo al sector oriente, para transportarlos a la periferia de Santiago”, explicó.

El director de Espacio Público cuestionó la segregación que desde su perspectiva se generó con esas políticas. “Se creó en un momento dado una segregación y se hizo de una manera deliberada. Hoy pagamos las consecuencias de esa segregación deliberada que se creyó, en ese momento, que era la manera de hacer las cosas. Sucesivos gobiernos han intentado remediar los errores que se generaron en esa época”.

Comentó que sintió “alivio” tras el estallido social porque sintió que finalmente se habían hecho innegables las desigualdades. “La evidencia es tal que uno ve que la clase política y algunos sectores del gran empresariado chileno fueron capaces, en cuestión de horas, de dar vuelta el discurso y decir algo que apenas un mes antes no lo hubieran dicho. Entonces, sabemos que se comprendía la situación, pero no había voluntad de tomar acción al respecto. Y, de pronto, pareciera que fue necesario quemar medio país para que un grupo de personas se animara a tomar decisiones radicales”.

Como arquitecto y urbanista estima el buen transporte público democratiza los espacios público en tanto que los hace accesibles. “Si es bueno el transporte público, democratiza la ciudad“.

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Gray advierte que es necesario mejorar la movilidad urbana para poder hablar de integración. “Hay que fortalecer una red de transporte público, tenemos que lograr que el transporte público sea complejo, extenso, y tenemos que empezar a hablar en serio de integración social. La integración social es un mandato de cualquier estado“.

Sobre el papel del Estado, cree que este debe garantizar la integración social mediante políticas públicas que favorezcan a la clase media. “Lo que necesitamos es que el Estado vuelva a actuar, como lo hizo en el pasado de manera ejemplar, proveyendo viviendas de buena calidad, bien localizadas y accesibles financieramente para una clase media”.

Estas medidas redundarían en integración social. “Al hacer eso habrían varios efectos: por una parte, logramos comenzar a pensar en integración social efectiva, donde en un mismo territorio conviven personas de diversos orígenes, y, por lo tanto, tienen igualdad de oportunidades y de roce social que les permite abrir los horizontes y tener una vida más pacífica en sociedad”.

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