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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vetó tres iniciativas legales del Congreso que buscaban prohibir la venta de armas a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

“Además de afectar negativamente nuestras relaciones bilaterales con Arabia Saudita, el Reino Unido, España e Italia, las resoluciones conjuntas obstaculizaría la habilidad de Estados Unidos de mantener y formar actividades críticas de cooperación en seguridad”, dijo Trump.

La iniciativa del congreso norteamericano se levantó como un gesto simbólico en oposición a la relación del gobierno de Trump con Arabia Saudita, luego del asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi.

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Sin embargo, el analista internacional Raúl Sohr aseguró que en términos prácticos, el gesto del congreso estadounidense “no significa nada”.

El conflicto civil desatado en Yemen se mantiene desde hace seis años entre rebeldes hutíes, presuntamente apoyados por Irán, y la facción de lo que fue el gobierno, apoyada por Arabia Saudita.

Mohamed bin Salman, el príncipe heredero (de Arabia Saudita) fue el que inició esta guerra contra los consejos de todo el mundo”, dijo Sohr, asegurando que el conflicto bélico que el príncipe esperaba sostener por un par de semanas se extendió por seis años.

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Este conflicto sin dudas que ha sido recibido por la comunidad internacional como un problema en sí mismo, pero su impacto incrementó tras la muerte de Khashoggi.

“Todas las cintas, las grabaciones que hicieron los turcos dentro del consulado saudí en Turquía dejan absolutamente en claro de que fue una orden superior del gobierno, y el único que pudo dar esa orden realmente era bin Salman. Pero todos han mirado para el lado“, comentó Raúl Sohr.

Parte de ese “mirar para el lado” se vio reflejado en la última cumbre del G20, realizada en Osaka, Japón, donde los líderes del mundo se reunieron, y Donald Trump le dio la mano a Mohamed bin Salman.

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Además, el presidente de Estados Unidos había anunciado sobre el envío de tropas a Yemen. “Ya desplegó cerca de 500 hombres y una batería de misiles Patriot, que son misiles antiaéreos”, agregó Sohr.

De esta forma, los soldados estadounidenses serían quienes utilicen estos misiles ante un ataque iraní. Sin embargo, esto levanta las alertas sobre cómo tomará Irán una respuesta de ese tipo, y cómo escalará el conflicto al sur de Arabia Saudita.

“Estados Unidos en esto pierde, porque queda absolutamente claro que el tema de derechos humanos le es absolutamente secundario, por Yemen y estas ventas de armas”, concluyó Sohr.

Reseña “El pueblo soy yo”

Por otra parte, Raúl revisó El pueblo soy yo, de Enrique Krauze, libro que habla de “los usurpadores, de los demagogos, de los que se creen o toman el nombre del pueblo”.

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