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Actualmente, el planeta está viviendo el “antropoceno”, la primera época en la historia de la Tierra donde la intervención humana logró cambiar el clima, provocando la crisis ambiental más grande la historia registrada.

La tremenda explotación de los recursos naturales a través de métodos poco sustentables es un problema que la humanidad se ve en la obligación de resolver inmediatamente, para mitigar los devastadores efectos del cambio climático que las sociedades ya están sintiendo.

Es por lo mismo que Divergentes conversó con Paula Rojas, académica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, doctora en Ciencias de la Ingeniería y experta en manejo de residuos mineros con especial foco en la reducción de huellas de carbono. Todo, para hablar cómo podemos transformar la industria más importante de nuestro país, la minería enfocada en la extracción de cobre, en una mucho más sustentable.

En esa línea, Rojas afirmó que “en la actualidad, uno de los grandes desafíos que enfrenta la minería es que las leyes bajan muy rápidamente”. Esto se traduce, explicó la experta, en que la cantidad total de cobre que obtenemos de la extracción de minerales es de entre un 0,8 y un 0,7%, transformando a todo el resto en residuos.

La académica de la UAI añadió que su área de investigación busca encontrarle nuevos usos a estos metales residuales, analizando la utilidad de lo que se conoce como “escoria“.

Aprovechando la “escoria”

Rojas aseveró que la “escoria” es un material sumamente interesante, ya que cuenta con una “alta dureza” y está “constituido por múltiples óxidos” que lo transforman en un gran candidato para ser fundido y utilizado en la industria de la construcción.

“Lo que nosotros vemos y estamos interesados en nuestra investigación son los tamaños más finos, porque esos materiales pueden ser empleados como reemplazo del cemento.¿Por qué es importante esto? Porque el cemento representa la mayor cantidad de CO2 en la industria del hormigón“, agregó la doctora en ingeniería.

Es de esta forma que la “escoria” puede usarse como reemplazo de material cementicio. Aún así, Rojas explica que esta aplicación del mineral residual es legal en Chile, ella y su equipo están “esperando un cambio en la legislación”. Todo, porque actualmente solo un “3% de material cementicio puede ser reemplazado de acuerdo a la normativa actual, pero en países con mayor desarrollo el porcentaje puede rondar entre el 10 o 15%“.

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