Si no eres tú, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo?. Parece que alguien le susurrara al oído del presidente de Estados Unidos.
Joe Biden, apodado burlonamente por Trump como “Sleepy Joe”, es decir, el “dormilón Joe”, está muy despierto y ha tenido unos 100 primeros días intensos.
Es cierto que no ha avanzado en sus promesas de aumentar el salario mínimo, en la cuota de refugiados y otros temas migratorios. Pero también es cierto que se anotó un gran éxito con el paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares.
Es cierto que América Latina sigue en el fondo de las prioridades de EE.UU. y que Biden no ha marcado diferencia, mientras China y Rusia sí avanzan. Pero también es verdad que Joe Biden volvió a la OMS, al acuerdo de París, a negociar el tratado Nuclear con Irán, puso metas ambiciosas para combatir el calentamiento global y que ha sido firme con un autócrata como Putin.
Lo más evidente es que el tono de la política post Trump ha cambiado en Estados Unidos y que su manejo de la pandemia ha sido radicalmente distinto. Tanto que antes de los 100 días había logrado 100 millones de inoculados y al cumplirse casi el plazo ya son 200 millones.
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Pero lo más importante está por venir. La discusión sobre alza de impuestos para lo que se ha llamado infraestructura social. 1,8 billones de dólares adicionales para atacar desigualdades estructurales donde la más dolorosa es la pobreza infantil.
Una noche antes que los cumpla, analizamos los 100 días de Biden en Conexión Global.
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