El ministro de Educación, Raúl Figueroa, se refirió este martes a los datos que entregó la propia cartera y que señalan que 40 mil niños, niñas y adolescentes han abandonando el sistema escolar durante este año, en medio de la pandemia de COVID-19. A ellos se suman 186 mil que lo hicieron antes de 2021.
Al respecto, el titular del Mineduc sostuvo en entrevista con CNN Chile que “la deserción escolar es uno de los efectos más evidentes de la pandemia en el sistema educativo” y apuntó que en un año normal las cifras de deserción rondan los 40 mil.
Pese a esto, destacó que “6 de cada 10 niños que habían perdido todo contacto con el colegio fue recuperado y dentro de este momento complejo es una buena noticia”. Junto a esto, recordó que durante el año pasado, de manera preventiva, se tomaron medidas para que se redujera el número de afectados.
Además, advirtió que “no hay que quedarse con que sólo fueron 40 mil, porque el desafío es mayor. La educación a distancia, la suspensión de clases presenciales y los demás efectos económicos de la pandemia hacen que muchos alumnos pueden estar matriculados, pero en la práctica tienen un vínculo escaso con el colegio”.
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De los 40 mil alumnos que abandonaron el sistema educación, el 54% son hombre y el 46% mujeres, señalaron desde el Mineduc.
Entre las principales razones, según el titular de la cartera, de este fenómeno están “la pérdida de vínculo entre el establecimiento y el alumno, el ausentismo crónico, que se potencia con la pandemia porque la conectividad es más compleja, el problema económico influye mucho y una baja valoración de algunos grupos por la educación”.
“La deserción se concentra con mas fuerza en la Enseñanza Media, vimos un incremento en I Medio, son alumnos que empiezan a identificar otras alternativas, le pierden el valor a seguir educándose”, precisó.
Junto a esto, alertó que el Mineduc identifica tres consecuencias principales de la crisis sanitaria en niños, niñas y adolescentes: “Deserción escolar, deterioro socio emocional y una baja fuerte en los niveles de aprendizaje“.
Finalmente, reiteró que “lo que se ha visto tanto a fuera como en Chile es que los colegios, jardines infantiles, no han sido focos de contagio. Por lo tanto, cumpliéndose con las exigencias sanitarias, se puede hacer de ellos espacios seguros para bajar riesgos de contagios”.
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