Jennifer Cook, experta en autismo, conversó con Sana Mente de CNN Chile sobre su participación en la exitosa serie Amor en el Espectro de Netflix, su experiencia en recibir un diagnóstico tardío, las complejidades en las relaciones humanas y el combate contra los estigmas hacia las personas que conviven dentro del espectro autista.
En su experiencia personal, describe que a los 35 años, con tres hijos, descubrió que estaba dentro del espectro.
“Eso se ha convertido en algo mucho más común hoy, especialmente en las mujeres y niñas, porque no son diagnosticadas con tanta frecuencia y eficacia como ocurre con los niños y hombres, así que tuve un camino algo diferente”, comenta.
En este viaje, detalla que con el tiempo comprendió que las señales sociales las comprendía de una manera distinta y subraya que “las neurodivergencias en serio no son tan diferentes; creo que todos conocemos a mucha gente que está en el espectro, pero sin saberlo”.
Sobre este profundiza en su libro Autismo en tacones, que es una autobiografía, donde aborda su proceso, sus pasiones e intereses específicos.
Amor en el espectro
En este camino detalla que comenzó a observar el comportamiento de las personas neurotípicas y decir “okey, esto es lo que nosotros queremos tener en nuestro bolsillo trasero” y remarcó que “es muy importante que nunca se le diga alguien que es autista ‘tienes que cambiar quien eres para ser amado’”.
Sobre este punto reiteró que lo relevante es adquirir herramientas comunicativas.
Consultada sobre su participación en la pieza audiovisual de Netflix y si considera que aporta a que la sociedad comprenda lo que es convivir dentro del espectro autista, sostuvo que “estamos encantados con la respuesta internacional que tuvo. Empezó con un show australiano y luego llegó a Estados Unidos, y ahora tengo la oportunidad de tomar asesorías virtuales y trabajo con gente de cuatro continentes distintos”.
¿Cómo prevenir los estigmas?
La especialista señaló muchas veces las discapacidades en general, especialmente cuando se trata de autismo, muchas veces existe una focalización en los niños. Sin embargo, actualmente con mayor regularidad las personas están siendo diagnosticadas en su etapa de adultez.
“Eso significa que estaremos tratando con asuntos más serios, como, por ejemplo, la sexualidad. Por lo tanto, no estaremos atendiendo los mismos temas”, enfatiza.
En ese contexto, concluye que “no hay que simplificar o infantilizar a alguien solo porque procesan las cosas de forma diferente. El autismo bajo ningún caso significa un déficit intelectual”.
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