El director social del Hogar de Cristo, Paulo Egenau, se refirió este viernes al impacto de la pandemia en los sectores económicamente más vulnerables del país, luego de que se dieran a conocer unas preocupantes cifras que indican que se podría retroceder hasta 10 años en la lucha contra la pobreza, según un estudio realizado por ésta y otras nueve instituciones.
“Los países que han logrado consolidar un sistema de protección moderno y robusto, bien financiado y articulado a través de la mirada de diversos ministerios, son países que tienen una mayor capacidad de ser resilientes ante el estrés que puede provocar una pandemia, una catástrofe climática o un estallido social”, sostuvo en entrevista con CNN Chile.
En la misma línea, aseveró que “el estallido social nos mostró que el malestar social respondía, entre otras cosas, a una suerte de poco cuidado del Estado respecto de los grupos más vulnerables y de mayor riesgo de la población y eso nuevamente se vio representado con mucha fuerza a partir de la pandemia”.
“Sería irresponsable, inaceptable, como nación salir de esta crisis sin hacer una profunda reflexión sobre una manera distinta de habitar Chile”, declaró. 7
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Lo anterior, según explicó Egenau, significa “que no podemos seguir avanzando sin tener un sistema de protección social moderno, robusto y bien financiado en los sectores de mayor pobreza y fragilidad”.
Si bien expresó que “apostar por el empleo es clave y fundamental, pero insuficiente”, ya que debe estar “acompañado de diálogo, participación, empoderamiento y colaboración de la sociedad civil, organizaciones y comunidades en dificultades”.
Es por esto que subrayó la importancia de “demandar que Chile asuma, en primer lugar y por sobre todas la cosas, que nos debemos a nuestros compatriotas, hombres y mujeres que por complejas razones se encuentran al margen o en la frontera de la dificultad y el dolor. Y esas son las personas que se encuentran en situación de pobreza y de pobreza extrema”.
“Eso implica formalmente asumir y declarar que van a ser siempre sujetos privilegiados de derecho, eso implica que van a tener más derechos que el resto, precisamente por su condición de pobreza y exclusión y el daño que eso implica”, concluyó Egenau, quien dijo que ese compromiso se debería traducir en “políticas publicas de inclusión social”.
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