Tulio Arce detalló cuáles podrían haber sido las descoordinaciones o los errores que ocurrieron detrás de la liberación de Osmar Ferrer, imputado por el sicariato del "Rey de Meiggs", un hecho que en su experiencia "no había visto nunca".
La liberación de Osmar Ferrer, sospechoso de haber participado en el homicidio calificado de José Reyes, también conocido como el “Rey de Meiggs“, ha levantado al menos tres investigaciones de distinto tipo en el sistema judicial y penitenciario.
El sujeto, de nacionalidad venezolana, es acusado de haber actuado de sicario en la muerte del empresario de 43 años, ocurrido en Ñuñoa en junio pasado.
La cronología de su liberación, ocurrida el 10 de julio pasado, da cuenta de una serie de errores y descoordinaciones entre el Poder Judicial y Gendarmería, sobre la que conversamos con el exdirector de esta última, Tulio Arce.
Arce, quien dirigió Gendarmería entre 2015 y 2016, acotó en primer lugar que este tipo de hechos no los había visto nunca.
¿Cómo tramita Gendarmería las resoluciones judiciales?
Según explicó el exdirector, existe una plataforma digital donde llegan las resoluciones, con el detalle de la medida que se adopta con respecto a un imputado o interno.
Recibida esta, Gendarmería da curso a lo adoptado.
Asimismo, se ha planteado la posibilidad de que la resolución que llegó pudiera ser falsa. Sin embargo, según Arce esto no sería posible al haber sido recibida mediante la plataforma digital correspondiente.
¿Cuánto sabe el gendarme que tramita esta resolución?
En este punto Arce afirma existe una debilidad: “el gendarme que está a cargo y se encarga de sacar al reo no necesariamente está informado de quién es, no necesariamente lo conoce. A Gendarmería llegan cientos de órdenes de libertad por diferentes casos”.
En esa línea, a su juicio, casos del tipo crimen organizado, narcotráfico y homicidios debieran estar en un régimen diferenciado con respecto al interno que está por ejemplo, por hurto.
¿Cuánto puede tomar la ejecución de una resolución?
El exdirector de Gendarmería explicó que no existe un tiempo estándar, dado que en la práctica depende más bien de la disponibilidad de la institución.
En el caso específico de Osmar Ferrer, Arce señaló que llama la atención que pasaran cuatro horas desde que ya se hubiera corregido que no existía tal orden de darle libertad y el momento en que ya fue liberado. “Puede ser que haya ocurrido que la persona que recibió el correo se fue a almorzar y el que vino después no se enteró de lo que sucedió antes. Puede que haya ocurrido una descoordinación en ese sentido, pero es materia de la investigación”, aseguró.