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“El secreto es el volumen y logística, porque en Chile tenemos la capacidad instalada para reciclar enormes cantidades de botellas PET”.

Esa es la frase con la que Franz Kramer, gerente comercial de Enfaena, resume el desafío que hay por delante a la hora en enfrenta la emergencia climática del planeta y a la que todos podemos ayudar a frenar.

El fundador de la empresa, que también parte de la campaña Desafío Tierra de Turner Chile, profundiza sobre lo que hay que saber a la hora de emprender un reciclaje eficiente, en entrevista con CNN Chile.

“El plástico viene del petróleo, y los gases de efecto invernadero que produce, las emisiones de gas y la huella de carbono es muy alta“, comenzó definiendo, para entender cuál es su relevancia.

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Si bien detalla que todas las botellas plásticas de consumo masivo de bebidas son reciclables, la clave está en entender qué tipo de plástico es, ya que no todos son iguales.

“Cada plástico tiene en si mismo un patrón único en función de las temperaturas y el tipo de polimero al que esta relacionado”, lo importante, aclara, es que “no puede se pueden mezclar en un sistema de reciclaje de peletizado para fabricar otros productos”, esto, porque tienen distintos polimeros  y se funden a distintas temperaturas, la separación y clasificación es fundamental“.

Si bien esto puede parecer que complejiza la tarea, Kramer es positivo y adelanta que lo que se presenta es “una oportunidad para que las empresas que ponen los productos en el mercado para los consumidores, modifiquen su estrategia y faciliten nuestra relación con los materiales plásticos“.

Lo anterior, porque apunta que “es una cosa inmensa la cantidad de plásticos que existen y hay que aterrizarlo, porque la gente no es experta en plástico. Lo veo como una oportunidad para posicionar productos que tengan una ventaja competitiva con un producto que esté en función del ecodiseño y esté calificado para ser reciclado en Chile, porque no tenemos las instalaciones para reciclar todos los tipos de plásticos”.

Por ejemplo, aclara que una típica botella de bebida está esta compuesta, a lo menos, de tres tipos diferentes de plásticos: su botella que es PET, la tapa que es de polipropileno y la etiqueta que es de papel o PVC.

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Franz Kramer, quien trabaja en esto desde el 2005, también destaca que se haya acabado con las bolsas plásticas, porque “generó un cambio colectivo, la gente lo estaba pidiendo y la gente lo tomó bien”.

Además, dice que esa medida apunta al problema de fondo. “La prevención siempre va a ser más prioritaria que el reciclar. Si dejas de consumir envases de un solo uso, la misma empresa va a tener que reinventarse“.

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Es por todo eso que asegura que la primera recomendación a las personas que se quieres sumar al Desafío Tierra para combatir la emergencia climática “es saber qué es lo que se tiene en la mano”, por que hay muchos tipos de plásticos” y “distinguirlos no es fácil”.

“En Chile hay espacios para reciclar cierto tipo de plásticos, no todos. Como Desafío Tierra estamos fomentando la creación de estos líderes que van a motivar al cambio“, añadió.

Finalmente, alentó que “lo ideal es ir disminuyendo la cantidad de envases de plásticos y facilitarle la vida al usuario, porque somos nosotros quienes nos relacionamos con el plástico y tenemos que saber utilizarlo y saber reciclarlo en los lugares correctos”.

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