Por Fernando Paulsen
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Las encuestas mayoritariamente dicen que ganará el En Contra. ¿Será así? ¿Nos convertiremos en el país con el récord mundial de constituciones rechazadas en democracia, desde el intento de la presidenta Bachelet hasta el actual del Consejo dominado por Republicanos?

A las promesas de votar en contra de varias figuras de republicanos -más de la mitad del partido dijo el senador Rojo Edwards- lo que alumbra un conflicto interno, que puede tener como principal víctima a su líder, José Antonio Kast, se suma ahora la decisión de votar a favor del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, lo que desafía el mandato de su partido, la DC, de votar En Contra.

Frei no se ha pasado todavía a Amarillos o a Demócratas, como varios de sus ex camaradas, por lo que su opinión remece mucho más a la DC. Alguien podría esgrimir que si las figuras partidarias pesaran en la decisión de la ciudadanía, no habría tanto desprecio contra los políticos profesionales, como se registra a diario. Al punto de agredirlos, como ocurrió esta semana con el alcalde de La Florida.

El hecho es que este último intento de darnos una Constitución íntegramente democrática, ha reflotado en varias declaraciones que la anterior, en realidad, con sus reformas, no estaba tan mala y, por último, era diablo conocido.

En lo único que todos han coincidido es que si debe hacerse un cuarto intento, este tiene que ser en un largo tiempo más. Dice el optimista: el futuro capaz que nos una mejor. Dice el pesimista: capaz que sí, si hay futuro.

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