Desde las denuncias por violencia de género, divulgación de fotos íntimas y amenazas de violación, realizadas por alumnas de colegios de Providencia acusando a un grupo de estudiantes de Liceo José Victorino Lastarria, la escalada de más funas y denuncias de niñas, incluso hacia profesores, ha llegado al punto en que se han organizado en una marcha que se concretó este jueves, donde las estudiantes llegaron hasta el ministerio de Educación para hablar con el jefe de la cartera, Marco Antonio Ávila.
En dicho contexto, CNN Chile habló con los alcaldes de Maipú y Puente Alto, Tomás Vodanovic y Germán Codina respectivamente, respecto a esta crisis transparentada por las denuncias de alumnas, que afectan tanto a colegios públicos como particulares y subvencionados. Si bien estos municipios han activado diferentes protocolos para trabajar en el problema y ofrecer apoyo jurídico y psicológico a las víctimas, también destacaron la necesidad de que la escuela se convierta en un espacio para erradicar estas conductas a través de la pedagogía.
Vodanovic fue quien partió señalando que “la violencia de género existe en todos los espacios de nuestra sociedad (…) un rasgo muy característico de una sociedad profundamente machista donde las desigualdades entre hombres y mujeres, y las violencias contra las mujeres, ya sean físicas o simbólicas, están presentes”, agregando que “las denuncias que hemos tenido en los últimos días en distintas comunas de la Región Metropolitana invitan a que muchas estudiantes y comunidades escolares comiencen a denunciar y no aceptar conductas que pudieron haber estado muy normalizadas durante mucho tiempo“.
De esta manera, el edil de Maipú consignó que “no vamos a seguir aceptando este tipo de situaciones y conductas, y creo que no solo es importante que las comunidades se movilicen y denuncien, sino también que las autoridades comunales y nacionales nos hagamos cargo“.
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Por su parte, el alcalde Codina destacó que en Puente Alto “tenemos una denuncia de un colegio particular, que nos preocupa profundamente por nuestras niñas y niños puentealtinos”, agregando que “durante la jornada estuvimos en contacto con la familia de la víctima para brindar apoyo legal como también psicosocial, pero evidentemente estamos frente a un problema que no solo amerita acción jurídica, sino que el cambio de una matriz cultural“.
Consultado por las razones que llevarían a esta ola de denuncias, Codina manifestó que “creo que aquí hay algo que tal vez permanecía oculto“, destacando que, a pesar de su lado negativo debido al bullying, “las redes sociales dan visibilidad a situaciones que quedaban ocultas“. En ese sentido, el alcalde hizo un llamado: “Le pido a todos que se sensibilicen (…) estamos en un momento complejo en que hay que dar toda la visibilidad a estos temas para enfrentarlos con toda la fuerza”.
“Hasta ahora las denuncias que nos han llegado, igual a Puente Alto, han sido desde escuelas particular-subvencionadas”, sostuvo Vodanovic, quien, además, respecto a la situación con los alumnos responsables de la violencia, recordó su propia experiencia como profesor de un colegio con alumnos en riesgo social, consignando que, en su opinión, “la peor medida que puede tomar una escuela con un estudiante, un niño, que está generando este tipo de conductas, es expulsarlo; expulsar a los alumnos es desechar el problema y no hacerse cargo“.
Codina destacó que en Puente Alto, “además de tener a nuestros equipos en cada colegio que nos ayudan a identificar situaciones que puedan afectar a nuestros estudiantes, trabajamos en espacios extra-escolares, donde podamos desarrollar las habilidades blandas, el encuentro entre alumnas y alumnos, compartir, entender que estos son espacios de cariño, de comprensión, de apoyo, de crecimiento; el colegio no puede transformarse en un regimiento”.
Finalmente, Vodanovic quiso destacar que “la buena escuela es aquella que forma ciudadanos íntegros y eso incluye formación, y hacer parte del currículo, la educación no sexista, en violencia de género, relación entre pares (…) tenemos que entender que la escuela es el espacio de protección para los niños (…) cuando se expulsa a los niños de escuelas como en la que trabajé yo, ese niño termina en la calle, convirtiéndose muchas veces en un riesgo más grande para la sociedad“.
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