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Gendarmería entregó finalmente a Celestino Córdova un permiso de 48 para ir a su rewe.

El ministro de Justicia, Hernán Larraín, reconoció que escucharon las palabras de la familia Luchsinger-Mackay, quienes intercedieron a favor del machi, y el hijo del matrimonio, Jorge Luchsinger, sostuvo que su intervención “fue absolutamente determinante”.

En conversación con Marca Registrada, también afirmó que “no hubo presiones de la familia de Córdova ni de su entorno”, sino que “lo determinante fue la conversación que tuvimos con el Consejo de Loncos”, la cual calificó de extensa y franca: “Nos hicieron saber lo valioso de sus costumbres”.

“No hubo ninguna exigencia por parte nuestra ni ninguna facilidad por parte del Gobierno”, agregó.

“ES UN GESTO DIIFÍCIL”

Jorge Luchsinger manifestó que el lugar de Córdova “es en la cárcel”, y reconoció que el gesto que hicieron respecto a no negarse a la salida temporal del machi “no es fácil”.

“Esto es un gesto difícil para nosotros, no es fácil después de tantos años de tratar de saber la verdad y que se haga justicia, que el principal inculpado y nunca arrepentido salga con un beneficio carcelario. Pero es solamente eso, un beneficio carcelario”.

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